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miércoles, 11 de octubre de 2017

Nuestro cerebro sufre con la depresión

Por Elizabeth Almeida

La agitada vida actual, miles de personas se ven obligadas a vivir en un ambiente competitivo y descarnado que lleva a lo seres humanos a extremo de sus posibilidades. Debido a estas condiciones adversas, muchos de ellos desarrollan trastornos depresivos, un importante padecimiento que debe ser tratado de inmediato pues los que lo padecen pueden llegar al extremo de atentar contra su vida. Estrés, problemas familiares, laborales y hasta sentimentales llevan a millones de individuos a sufrir un problema que no distingue raza, sexo, edad ni condición social.

 

Según un nuevo estudio, publicado en la reconocida revista Scientific Reports, la depresión está vinculada a varios cambios en la estructura cerebral, específicamente en la sustancia blanca, que contiene varias complejas redes de comunicación neuronal y que al parecer se altera en los pacientes que padecen de esta condición.

Ese estudio, que examinó el cerebro de unos 3.461 pacientes, se considera el más expansivo de este tipo que se ha realizado hasta la fecha gracias a la extracción desde una base de datos, llamada UK Biobank, que contiene datos muy detallados sobre la salud de 500.000 personas.

Las técnicas tradicionales de resonancia magnética se pueden emplear para ver la totalidad del cerebro, pero para ese estudio en particular, tuvieron que ser capaces de aislar por completo la sustancia blanca. Para lograr su objetivo, el equipo utilizó una novedosa técnica que analiza el agua presente en el cerebro, en vez de la sangre. Eso reveló importantes mapas detallados de la sustancia blanca de los pacientes, lo que le facilitó al equipo buscar diferencias estructurales muy pequeñas entre las muestras.

Los sujetos que habían padecido depresión, o tenían algunos síntomas relacionados con ella, poseían estructuras notablemente diferentes entre su materia blanca en comparación con las personas que se encuentran mentalmente sanas. Esos resultados indican que la depresión parece correlacionarse negativamente con este hecho.

Ese estudio no niega en ningún sentido la capacidad de la psicología para tratar y hacer frente la depresión, sino simplemente evolucionar su actual técnica de tratamiento y encontrar asi los vínculos genéticos, o también para conducir satisfactoriamente a una detección más temprana de ese padecimento.

La depresión es la enfermedad mental más común en el mundo actual, pero todavía y muy contrariamente es también una de las menos comprendidas. Estudios como estos ayudan a arrojar algo de luz en la oscuridad de la vida de millones de personas que la sufren en silencio y que ignoran sus terribles consecuencias.

La depresión es el resultado de interacciones complejas entre varios factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas como puede ser el desempleo, luto o traumatismos psicológicos tienen más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, la depresión puede producir más estrés y disfunción, y empeorar seriamente la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión.

Está demostrado que los programas de prevención reducen considerablemente los niveles de depresión. Entre las estrategias comunitarias eficaces para prevenirla y mejorarla se encuentran los programas escolares para promover un modelo de pensamiento más positivo entre los niños y adolescentes. Las intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta pueden reducir considerablemente los síntomas depresivos de los padres y mejorar así los resultados de sus hijos. Los programas de ejercicio para las personas mayores también han demostrado ser eficaces para prevenir el padecimiento.

Los antidepresivos pueden ser eficaces en los tratamientos de la depresión moderada a grave, pero no son una buena elección en los casos leves, y no se deben utilizar bajo ningún concepto para tratar la depresión en niños ni como tratamiento de primera línea en los adolescentes, en los que hay que utilizarlos con mucha cautela.