Peligro de superhuracanes
La prensa internacional ha informado que los modelos meteorológicos muestran que los restos de María y Lee, otero organismo similar, se fusionarán para formar un superhuracán en el Atlántico. Una visión bien sensacionalista difundida por rumores y creencias y datos claramente exagerados, pues este nuevo organismo llegará a Reino Unido solamente en forma de viento racheado con algunas lluvias. Aunque no hay gran peligro, ya son muchas personas las que se preguntan debido a la mayor asiduidad de estos fenómenos meteorológicos, ¿qué pasa cuando se unen dos huracanes? Cuando dos ciclones se acercan el uno al otro, hacen distintos movimientos uno alrededor del otro en sentido contrario a las agujas del reloj, si se encuentran en el hemisferio norte, o en el sentido de las agujas del reloj si están en el hemisferio sur
Peligro de la actualidad. Hoy en día, los huracanes son fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y cada vez más devastadores. Los desastres causados hace pocos días en el Caribe por los huracanes Irma y Marí son un claro ejemplo de lo que estos organismo magnificados por el cambio climático imperante, pueden provocar.
Sobre este último fenómeno que afectó al Caribe y a una parte de los Estados Unidos, María, la prensa internacional ha informado, que los modelos meteorológicos muestran que los restos de este y Lee, otero organismo similar, se fusionarán para formar un superhuracán en el Atlántico. Una visión bien sensacionalista difundida por rumores y creencias y datos claramente exagerados, pues este nuevo organismo llegará a Reino Unido solamente en forma de viento racheado con algunas lluvias. Aunque no hay gran peligro, ya son muchas personas las que se preguntan debido a la mayor asiduidad de estos fenómenos meteorológicos, ¿qué pasa cuando se unen dos huracanes?
Según expertos meteorólogos, las fusiones ciclónicas se catalogan como efecto Fujiwhara, término acuñado por un meteorólogo japonés que describió por primera vez este hecho en ese entonces inusual, en 1921. Cuando dos ciclones se acercan el uno al otro, hacen distintos movimientos uno alrededor del otro en sentido contrario a las agujas del reloj, si se encuentran en el hemisferio norte, o en el sentido de las agujas del reloj si están en el hemisferio sur. Pero en un momento determinado comienzan a girar en espiral hacia un punto central, hecho que ocurre por dos razones, o los vientos divergentes se empujan, u ocurre un hecho llamado advección de vorticidad positiva, que es cuando las regiones de alta rotación migran hacia áreas de baja rotación.
En resumen, el huracán con un vórtice más grande visto como el más poderoso, dominará los siguientes pasos, y el huracán más pequeño finalmente caerá en su interior. Pero lo que sucede después, sin embargo, es incierto.
No obstante y para evitar mayores sensacionalismos, se conoce que lo que ocurre luego de esta caótica interacción de dos tormentas bien diferentes, es que con ambas terminan desintegrándose. Aunque en otras ocasiones, la fusión de ambos huracanes puede fallar y rebotar varias veces en direcciones totalmente diferentes. Un ejemplo es el caso de 1974, cuando los huracanes Kristen e Ione se encontraron, pero ambos se resistieron mutuamente y terminaron rebotando en diferentes rumbos, con el primero tomando rumbo hacia el noroeste y el segundo girando al noreste
Hasta ahora todavía puede afirmarse que es muy infrecuente que dos huracanes se mezclen, pero debido a los efectos del cambio climático este tipo de situaciones podría incrementarse en los próximos años. Otro caso famosa se dio en el año 1995, cuando Humberto, Iris, Karen y Luis se fusionaron y los tres primeros interactuaron entre sí, lo que finalmente influyó en sus formaciones y caminos. Iris luego se fusionó con Karen.
Lo meteorólogos han determinado que es posible que dos ciclones tropicales puedan emerger para ser, por un breve lapso de tiempo, más poderosos, pues sus cargas combinadas de vapor de agua caliente podrían alimentar mayormente las formaciones de precipitaciones y disminuir aún más la presión central, pero esto no está demostrado de si alguna vez ha ocurrido en la vida real. Lo más cercano a estos rumores de superhuracanes es que uno de los fenómenos se mueva alrededor de uno más fuerte y no se fusione, y como consecuencia de esa interacción salga fortalecido. Un hecho como este ocurrió en el año 2014, cuando la tormenta tropical Karina giró por un tiempo alrededor del huracán Lowell y finalmente se convirtió en un huracán durante otro periodo.
