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martes, 17 de octubre de 2017

Puerto Rico pide ayuda a Trump para volver a la normalidad

Por Román

A casi un mes de que el huracán María devastara Puerto Rico, la Federación Americana de Maestros (AFT) exigió este lunes a la administración de Donald Trump, en Estados Unidos, que ponga en marcha de manera urgente un plan que permita reconstruir esa isla caribeña, cuyas pérdidas se contabilizan en aproximadamente 50 personas fallecidas, y destrozos millonarios en el sistema eléctrico de toda la nación, así como también en las casas particulares y la infraestructura de modo general. Dicha situación, además, ha sido agravada a causa de las recientes lluvias, que han afectado fundamentalmente las zonas que quedaron vulnerables después del paso de María.

Así, la presidenta de la AFT, Randi Weingarten, quien se encuentra en la isla desde el pasado viernes en un viaje solidario, realizado a través de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, reclamó al presidente norteamericano que su país es totalmente responsable de responder por las consecuencias que ocasionó dicho fenómeno natural, “pues Estados Unidos mantiene bajo su dominio colonial a esta pequeña isla del Caribe, que cuenta apenas con 3,5 millones de habitantes”.

Igualmente, Weingarten calificó como injusto el argumento de que la reconstrucción de Puerto Rico es, exclusivamente, responsabilidad del gobierno de la Isla. “La organización que represento –subrayó– ha venido a apoyar a nuestra afiliada local, pero las cosas que hemos visto son aterradoras. Este desastre es peor que cualquier otro que yo haya visto en mi vida”, expresó igualmente, al tiempo que destacó que la necesidad del pueblo boricua, después de la devastación ocasionada por María, es enorme, fundamentalmente en cuanto a la falta de servicios básicos como el agua y la corriente eléctrica. “Si la infraestructura de la isla no se reconstruye pronto, esta crisis se agravará”, declaró.

En una reunión con la ministra de Educación de Puerto Rico, Julia Keleher, la presidenta de la AFT mostró especial interés en auxiliar el proceso de reanudación del periodo escolar en las escuelas públicas del país. “Nuestros maestros quieren asistir a las escuelas, los alumnos necesitan retornar al salón de clases, sobre todo porque eso les permitirá percibir que las cosas van volviendo a la normalidad. Antes, es deber nuestro el apoyarlos; y la atención que procuremos a sus necesidades físicas, sociales y emocionales”, expresó, pues, a su parecer, el bienestar de los estudiantes y del personal docente es lo más significativo en este proceso de recuperación.

En ese sentido, se destacó la importancia de que las escuelas abran cuando se pueda garantizar que están totalmente limpias, libres de gérmenes u otras circunstancias que pueden poner en peligro la salud de los educandos y sus maestros.

Según una nota publicada el jueves pasado, por el diario local El Nuevo Día, la Federación Americana de Maestros se movilizó de manera rápida tras el desastre, y llevó a cabo iniciativas en Estados Unidos y en Puerto Rico para socorrer a las víctimas. Entre estas, destacan que más de una docena de enfermeras pertenecientes a la organización viajaron a la isla caribeña para ayudar de manera directa, así como también que esta ha organizado trabajos voluntarios y campañas para la distribución de suministros, y ha promovido la asistencia de líderes y sindicatos norteamericanos para complementar los esfuerzos federales en cuanto a la obtención de provisiones para las personas necesitadas, sobre todo en cuanto a los servicios de salud.

Dicha información, asimismo, explicaba que la AFT, durante su estancia, proveerá libros y productos de higiene personal para los niños puertorriqueños, además de suministros a través de su asociación con FirstBook, una organización sin fines de lucro.

El presiente norteamericano, por su parte, solicitó al Congreso un préstamo de 4.900 millones de dólares (aproximadamente 4.150 millones de euros), con el fin de ayudar al gobierno boricua a pagar sus deudas, mientras se recupera del desastre. “Puerto Rico necesitará efectuar una reforma significativa en su sistema de electricidad, que le posibilite restaurar los daños causados tras el paso de los huracanes Irma y María”, dijo recientemente Donald Trump. Sin embargo, hasta el momento, poco más de una décima parte de los hogares de esa nación ha podido reponer su servicio eléctrico.

Según el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, la meta es restablecer el 30 por ciento del servicio antes de que concluya el mes en curso, con el propósito de restaurar el 95 por ciento del servicio antes de que acabe el 2017, lo cual, al parecer, será posible solo con la colaboración de los Estados Unidos, pues Puerto Rico adolece de autonomía y de recursos para enfrentar, por sí solo, la destrucción que les dejó el ciclón.