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jueves, 19 de octubre de 2017

Sangrientas ofensivas contra Raqqa

Por Jesús

A pesar de la negativa opinión internacional al respecto y de que el gobierno de Damasco ha reiterado en más de una ocasión la ilegalidad de estos sucesos, la ocupación militar de la ciudad de Raqqa por las Fuerzas Democráticas Sirias, las cuales cuentan con todo el apoyo de los Estados Unidos, coloca a las tropas de la más grande potencia imperialista en lo más profundo del territorio de esa nación árabe. Según una publicación de la cadena CNN, realizada este miércoles, continúan las llamadas misiones de limpieza contra los grupos terroristas radicados en esa ciudad siria, lo cual refleja que, hasta el momento, no se ha consolidado totalmente la ocupación de dicha urbe.

La ofensiva contra Raqqa, calificada como la capital “de facto” de la organización extremista Estado Islámico (también conocido como Daesh), comenzó a llevarse a cabo en junio último, y contó con el respaldo de agudos ataques aéreos, así como también con la presencia de unidades de tropas especiales y el apoyo logístico por parte del Pentágono. Durante estas acciones emprendidas por las Fuerzas Democráticas Sirias perdieron la vida más de un millar de civiles, y más de 270 000 habitantes del lugar atacado tuvieron que emprender la huida hacia campos de refugiados, en los que probablemente, según han manifestado diversas organizaciones humanitarias, se vean obligados a permanecer durante tiempo indefinido. Mientras, el coronel Ryan Dillon, vocero de la misión norteamericana que cumple con el encargo de enfrentar al Estado Islámico, explicó el pasado martes que la coalición internacional continúa teniendo contacto con los cabecillas de las fuerzas sirias, para extender la campaña hacia los sitios controlados por el Daesh, a lo largo del río Éufrates.

La decisión comunicada por Dillon pondría en pugnas directas a las milicias rebeldes (así como también a los más de 600 militares que las adiestran y asesoran) con el ejército que responde al presidente Bashar Al Assad, el cual cuenta además con el apoyo de Rusia, a partir de una solicitud realizada al país euroasiático por las autoridades de la nación árabe. Igualmente, según Prensa Latina, la dinámica de la batalla debe acercar a las fuerzas sirias hacia zonas cercanas a la localidad de Deir ez-Zor, en la cual el Ejército Árabe Sirio y sus socios luchan por reconquistar territorios que actualmente están ocupados por el Daesh, y por grupos armados que se encuentran en pos de derrocar a Bashar Al Assad. Esto –dice el artículo– hace aún más probable que Washington se involucre de modo más profundo en la guerra árabe.

Con todo, transcurridos cuatro meses de contienda, el descalabro del Estado Islámico en Raqqa no representa su fracaso total, pues esta todavía cuenta con más de seis mil efectivos desplegados en el este de Siria y el oeste de Iraq, los cuales representan una amenaza seria para ambas naciones.

En ese sentido, funcionarios norteamericanos reconocieron no contar con una valoración concreta respecto a las verdaderas capacidades del grupo terrorista, ni de cuánto perturbará su ideología tras las recientes derrotas. Al respecto, el general Joseph Dunford, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, había señalado en septiembre último que la reciente pérdida de espacios y de su libertad de movimiento, haría caer de forma precipitada la credibilidad del Daesh, cuyo peligro actual, al decir del director del Servicio de Inteligencia del Reino Unido, Andrew Parker, es multidimensional, se desarrolla rápidamente y maniobra en a un ritmo nunca antes visto, pues, según fuentes norteamericanas, el grupo tiene más de 10 000 efectivos en Iraq y Siria (cifra inmensamente superior a la que tenía en el año 2011), lo cual reafirma su gran fortaleza, a pesar del aparente fracaso que sufrió en Raqqa.

En ese sentido, un grupo de estudiosos ha declarado recientemente que dicha fortaleza constituye una muestra de la falta de efectividad que ha tenido, hasta el momento, la coalición militar liderada por los Estados Unidos, país que, entre septiembre del año 2014 y la actualidad, ha realizado más de 13 300 arremetidas aéreas contra el Estado Islámico en Iraq, además de otros más de 11 000 en Siria, a pesar de que no contaban con el autorizo del alto mando damasquino. Según Prensa Latina, estas operaciones han costado al gobierno norteamericano y sus aliados más de 14 000 millones de dólares, lo cual representa un promedio de más de 13 millones de dólares por día.