Santiago Maldonado: Argentina se mantiene en vilo
Hace dos días fue hallado, en el río de Chubut, Argentina, el supuesto cadáver del joven Santiago Maldonado, un artesano de 28 años que se encuentra desaparecido, en ese país, desde el pasado primero de agosto, hecho que desató una campaña global por el reclamo de su encuentro, la cual se ha convertido en una tendencia en las redes sociales, así como en los medios de comunicación de todo el mundo, desde esa fecha. El cuerpo encontrado llegó este jueves a la morgue del Poder Judicial de Buenos Aires, donde se prepara para una autopsia que confirmará si, efectivamente, se trata o no del cuerpo de Maldonado.
El cuerpo hallado arribó a la morgue bajo la custodia de casi un centenar de efectivos de las autoridades locales, al tiempo que otros cientos de policías y bomberos rodearon el sitio, y prohibieron el acceso al mismo con una cinta policial. En tanto, la prensa sigue, minuto a minuto, cada detalle de lo que ocurre al respecto, y el país argentino se mantiene en vilo, a la espera de los resultados, aunque, se sabe, antes de que estos salgan a la luz, debe cotejarse el ADN, y dar paso a una minuciosa investigación sobre la identidad de dicho cadáver. Según informa hoy Prensa Latina, el traslado hacia la morgue fue convenido previamente con Alejandro Inchaurregui, antropólogo forense y fundador del Equipo Argentino de Antropología Forense, quien se desempeña como perito de la familia del joven desaparecido. La publicación reporta además que el hermano mayor de Santiago, Sergio Maldonado, y su cuñada Andrea Antico, han permanecido al pie del cuerpo, aún cuando todavía no se sabe si es Santiago, pues declararon que no se alejarían de él, porque no pueden confiar en nadie. “No queremos que nadie toque el cuerpo ni que hagan nada con él; ha sido un proceso bastante duro, pero estamos seguros de que estamos haciendo lo correcto, puesto que desde el primer día hemos sido víctimas de las mentiras y las importunaciones contra nosotros”, afirmó Andrea Antico.
Por su parte, Sergio Maldonado, al igual que la abogada del caso, insistió en la posibilidad de que el cadáver que apareció río arriba, aproximadamente a 300 metros de donde su hermano fue visto por última vez, haya sido implantado, pues en ese lugar, hasta el momento, se habían efectuado otras tres búsquedas, y solo esta dio un resultado positivo. Señaló también que mientras no tenga la seguridad de que el cuerpo localizado pertenece a su hermano, lo va a seguir buscando, con todo y que se hayan hallado algunos de sus efectos personales, apuntó, haciendo referencia al DNI (documento de identidad) que fue encontrado junto al cuerpo. “No puedo aseverarlo, pero yo creo que sí existe una posibilidad de que no sea mi hermano, porque antes ese cuerpo no estaba ahí”, destacó. También, al igual que lo ha hecho en otras ocasiones, Sergio convocó a los medios de comunicación a ponerse un poquito más del lado humano, y comunicar bien, pues ya se han planteado demasiadas especulaciones al respecto; además –dijo– sus padres se encuentran a casi dos mil kilómetros de distancia, y el único medio que tienen para estar al tanto de lo que ocurre es la televisión.
En ese sentido, el perito facultado para atender el caso, Alejandro Inchaurregui, subrayó que el hecho de que se toparon con la cédula de identidad de Santiago Maldonado, no involucra que la identificación de ese cuerpo arroje un resultado positivo. Mientras, la abogada de la familia, Verónica Heredia, narró detalle por detallo lo sucedido al encontrar el cadáver, y subrayó que en el expediente atestigua que se efectuaron tres rastrillajes en ese mismo terreno, el primero el 5 de agosto, cuatro días después de la desaparición de Santiago, y los otros dos los días ocho y 18 de septiembre último. ”Queremos insistir en que esta es la cuarta búsqueda que se lleva a cabo en el mismo lugar, y no poseemos ninguna explicación ni física ni jurídica de por qué los otros trascendieron con resultados negativos”, expuso, al tiempo que manifestó que el caso se está tratando como una desaparición forzada, puesto que quienes despojaron a Santiago de su libertad fueron las propias fuerzas del Estado, en este caso, de la gendarmería, y a partir de ese momento comenzaron a ocultar cualquier información al respecto.
