Trump quiere conquistar el espacio
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha restablecido el Consejo Nacional del Espacio con el objetivo de alcanzar el 'liderazgo espacial'. Mike Pence, vicepresidente del país y presidente del organismo escribió sobre el tema en un artículo publicado en el periódico The Wall Street Journal. "La preeminencia en el espacio exterior está ahora bajo amenaza y, una vez más, Estados Unidos debe actuar", destacó Pence. De acuerdo con el político, Donald Trump ha revivido el Consejo Nacional del Espacio para ayudarlo en el desarrollo, la implementación de objetivos estratégicos a largo plazo y el futuro para la política espacial de EE.UU.
La reunión histórica del nuevo Consejo, tras cerca de 25 años de inactividad, tiene el objetivo de transmitir el "sencillo mensaje" de que Estados Unidos liderará en el espacio de nuevo. "Más que nunca, la prosperidad y la seguridad de EE.UU. dependen del liderazgo del país en el espacio. Sin embargo, a menudo la política espacial nacional carece de una visión coherente. Los resultados no solo son decepcionantes, sino que ponen en peligro el bienestar del pueblo estadounidense", consideró Pence.
El vicepresidente de EE.UU. recordó que el país norteamericano paga a Rusia más de 76 millones de dólares para transportar astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional, ya que no posee un vehículo capaz de realizar esta tarea. "Rusia y China están desarrollando una línea completa de tecnología antisatélite diseñada para amenazar la efectividad militar de EE.UU. Y estos son solo dos ejemplos de la abdicación de América del liderazgo en el espacio", apuntó. La exploración espacial alcanzará los objetivos establecidos y el Consejo Nacional del Espacio "mirará más allá de los pasillos del Gobierno" en búsqueda de conocimiento, aseguró Pence.
Está claro que desde el gobierno norteamericano buscan establecer su presencia en la Luna como un objetivo estratégico vital y desde allí llevar a la humanidad por primera vez a Marte. El plan del mandatario norteamericano además tiene como objetivo poner el acento en la creación de tecnología espacial necesaria para la custodiar la seguridad nacional y desempatar los avances en materia militar, vigilancia y comunicaciones.
Recientemente y producto de este programa de especialistas de la agencia espacial estadounidense (NASA), demostraron que hace 3.000-4.000 millones de años en la Luna había una atmósfera. El nuevo estudio muestra que una atmósfera alrededor de la Luna se produjo cuando erupciones volcánicas intensas arrojaban gases sobre la superficie más rápidamente de lo que podrían escaparse al espacio. En el nuevo trabajo, los científicos calcularon las cantidades de gases que se elevaron de las lavas que salían desde la superficie del cuerpo celestial y mostraron que esos gases se acumulaban alrededor de la Luna para formar una atmósfera transitoria.
La atmósfera fue más espesa durante la mayor actividad volcánica hace unos 3.500 millones de años. Al aparecer, habría persistido durante unos 70 millones de años antes de perderse en el espacio. Uno de los autores del estudio, David Kring, señala: "Este trabajo cambia drásticamente nuestra visión de la Luna de un cuerpo rocoso sin aire a uno que solía estar rodeado por una atmósfera más espesa que la que rodea Marte hoy". Cuando el satélite natural tenía esa atmósfera, estaba casi tres veces más cerca de la Tierra de lo que está hoy y habría aparecido en el cielo casi tres veces más grande.
Por otro lado, hace poco se supo que la agencia espacial rusa Roskosmos anunció un acuerdo con la NASA para cooperar en la construcción de una estación orbital en torno a la Luna en el marco del programa Deep Space Gateway (Portal de Espacio Profundo). El proyecto apunta a levantar una estación próxima a la órbita lunar, que sirva como punto de conexión entre la Tierra, la superficie del satélite terrestre y las misiones a otros planetas. Esa estación es considerada punto clave en un programa más ambicioso de vuelos a Marte y el resto del Sistema Solar. La firma del acuerdo tuvo lugar en Adelaida, Australia, en el 68 Congreso Internacional de Astronáutica. Los cohetes rusos Angara y Proton-M podrían ser utilizados en paralelo al estadunidense SLS, para “crear la infraestructura de la estación lunar”, según Roskosmos. La agencia rusa explicó que la creación de esta estación orbital no empezará hasta mediados de 2020.
El espacio es uno de los escasos sectores de cooperación bilateral no afectado por las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, tendremos que esperar a ver como se desenvuelve esta situación en el futuro. Ambas naciones colaboran juntas en la actual Estación Espacial Internacional, cuyo módulo principal fue fabricado por Rusia, el único país capaz de enviar astronautas desde que se terminó el programa de los transbordadores.
