Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 11 de octubre de 2017

Trump sigue varado en sus propuestas antiinmigración

Por erne91javier

El presidente estadounidense, Donald Trump, señaló recientemente como un problema aceptar una política sobre inmigración a la supuesta falta de deseo de los demócratas de tener fronteras seguras. A ellos no les importa la seguridad de Estados Unidos, afirmó el mandatario republicano en su cuenta personal de la red social Twitter, un espacio habitual para emitir críticas sobre diversos temas. Hace poco la administración norteamericana entregó al Legislativo una larga lista de demandas migratorias a cambio de alcanzar un pacto sobre los beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, siglas en inglés): Esta propuesta ha sido ampliamente criticada por la comunidad internacional, así como por sectores internos del país.

Existente desde junio de 2012, dicha medida concede protección legal, según fuentes oficiales, a unos 800 mil jóvenes, llamados soñadores, contra la posibilidad de ser deportados. Esta medida también permite a quienes llegaron sin papeles al país cuando eran niños permanecer en su territorio, y obtener permisos de trabajo, renovables cada dos años, si cumplen diferentes requisitos. Según las opciones divulgadas, antes de permitir el otorgamiento de un estatus legal a los soñadores, Trump insistirá en conseguir financiamiento para su polémico muro en la frontera con México y la contratación de otros 10 mil agentes de inmigración.

Las exigencias incluyen negar fondos federales a las llamadas ciudades santuario (urbes a favor de los inmigrantes sin papeles), mayores recursos para perseguir a los indocumentados, leyes más estrictas destinadas a los solicitantes de asilo, y el endurecimiento de la línea divisoria contra la entrada de niños centroamericanos. Además, buscan cambiar el sistema de inmigración legal de Estados Unidos, que actualmente prioriza las conexiones familiares, por uno basado en el mérito de los solicitantes. 'Sin estas reformas, continuarán la inmigración ilegal y la migración en cadena, que grave e injustamente imponen una carga a los trabajadores y contribuyentes estadounidenses', expresó Trump en una carta al Congreso.

El paso del jefe de Estado acaparó inmediatamente críticas de los demócratas del Capitolio, organizaciones civiles y usuarios de las redes sociales. 'La administración no puede ir en serio sobre un compromiso o ayuda a los soñadores si empieza con una lista que es un anatema para ellos, la comunidad de inmigrantes y la mayoría de los estadounidenses', expresaron los líderes de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, y en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Por su parte, el Centro Nacional de Leyes Migratorias señaló que existe un acuerdo abrumador en todos los sectores de la sociedad estadounidense de que una solución permanente para la juventud inmigrante es necesaria y correcta. 'Trump empuja cambios de inmigración drásticos y draconianos en el acuerdo sobre el #DACA', 'Está usando el #DACA como una moneda de cambio para pasar la reforma de inmigración impopular', fueron algunos de los comentarios de los usuarios de Twitter sobre el tema.

Los discursos de Donald Trump, han sido duro con los latinos y los inmigrantes sin papeles en regla, y no fue solo una cosa de campaña. Ya en una de sus primeras entrevistas el mandatario aseguró que su plan era deportar a tres millones de personas que no tienen papeles y además tienen temas pendientes con la justicia. La cifra difiere del anuncio de campaña de deportar a 11 millones, pero es igualmente preocupante. Escuchar el esperpento de aquella idea de levantar un muro que blinde la frontera entre México y Estados Unidos no solo es una aberración conceptual sino un imposible. Físicamente no hay manera de hacerlo. Si se construye tardaría años en levantarse y la obra costaría muchos millones de dólares.

Si el mundo luchó por derribar el Muro de Berlín y ve con recelo aquel que se levanta entre los territorios palestinos e Israel, el muro de Trump sería una nueva ignominia difícil de aceptar. Lo paradójico de este enfoque es que estados Unidos es un país de migrantes. Ingleses, franceses, mexicanos y toda clase de hispano-parlantes, italianos, árabes e israelitas, nutren esa cultura cosmopolita y generan recursos.

Los demócratas en el Congreso han rechazado la propuesta como vergonzosa, repugnante y emblemática de la intolerancia expuesta en la Casa Blanca.' En una entrevista, Jim Acosta, de CNN, preguntó al asesor político principal de la Casa Blanca, Stephen Miller, sobre la propuesta, y este respondió que los Estados Unidos tiene una honorable tradición de darle refugio a personas perseguidas de todo el mundo, y de eso es lo que trata el poema en la Estatua de la Libertad. Todavía recibimos a los perseguidos bajo la Ley de Refugiados de los 80, aunque el proyecto RAISE limitaría el número de admitidos.

El punto más amplio es este: RAISE no impacta a los refugiados sino a los inmigrantes que buscan green cards o residencias legales. Pero nuestros legisladores no pueden ignorar la realidad: los números de inmigración legal han pasado de los niveles históricos. Las élites liberales sostienen que debemos seguir dándole refugio a los pobres del mundo como siempre lo hemos hecho. Cualquier cosa menos es discriminatoria. El problema es que todos quieren venir a Estados Unidos. Tener demasiadas personas que entran en este país y que se ajustan al perfil de baja cualificación, perjudica a los trabajadores de bajos ingresos que ya viven aquí.