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martes, 31 de octubre de 2017

Un verdadero día de la muerte

Por Elizabeth Almeida

El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues se practicaba desde la época precolombina. Así mismo, en el calendario mexica, que se encuentra en el Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que lo forman, había por lo menos seis festejos dedicados a los difuntos. Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron en parte esas tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos, fusionándolas con las europeas, para lograr implantar el cristianismo entre dichos pueblos. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los primeros españoles. Entre los pueblos prehispánicos era muy común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que representaban la muerte y el renacimiento.

El desfile de Día de los Muertos en México concurrió con sus tradicionales catrinas, calaveras y carros alegóricos que llenaron este sábado el Paseo de la Reforma en Ciudad de México. En esta ocasión tuvo además una significación especial pues la ocasión fue escogida para rendir especial homenajea a las víctimas mortales del terremoto del mes de septiembre que sacudió México.

Con dos temáticas principales los mexicanos disfrutaron de unos cinco kilómetros para celebrar la vida y recordar la muerte pero de una forma artística, simbólica y hermosa. Con un minuto de silencio se rememoró a las víctimas del terremoto del pasado 19 de septiembre y en el medio resaltaba una figura creada con cascos de rescatistas.

El primer tema del desfile fue “La Muerte viva” y recuerda cómo se ha enfrentado el pueblo mexicano con la muerte desde las épocas prehispánicas hasta la actualidad. El segundo fue “Carnaval de calaveras” donde reinaron las populares Catrinas, los esqueletos femeninos, así como los Catrines, su equivalente masculino que han llegado a transgredir las fronteras de esa nación sudamericana para convertirse en verdaderos íconos de la cultura moderna.

El desfile culminó en el célebre Zócalo donde se presentó una ofrenda monumental con papel picado de colores, un hermoso árbol de la vida y figuras de calaveras, algunas de las cuales se encontraban como un homenaje a los voluntarios del 19 de septiembre.

Para algunos mexicanos esta iniciativa ha servido para dar a conocer mejor el significado del Día de Muertos, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues se practicaba desde la época precolombina. Así mismo, en el calendario mexica, que se encuentra en el Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que lo forman, había por lo menos seis festejos dedicados a los difuntos. Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron en parte esas tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos, fusionándolas con las europeas, para lograr implantar el cristianismo entre dichos pueblos.

Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los primeros españoles. Entre los pueblos prehispánicos era muy común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que representaban la muerte y el renacimiento.

El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante casi un mes completo. Las festividades eran presididas por la antigua diosa Mictecacíhuatl, conocida también como la "Dama de la Muerte" y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran consagradas a la celebración de los niños y las vidas de los parientes fallecidos.

El paso de la vida a la muerte es un momento emblemático que ha causado profunda admiración, temor e incertidumbre al ser humano a través de toda la historia. Durante muchos años, en diversas culturas se han generado varias creencias en torno a la muerte que han logrado crear toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para venerarla, espantarla e incluso para burlarse de ella. México es un país muy rico en cultura y tradiciones; uno de los principales aspectos que conforman su identidad a nivel de nación es la concepción particular que se tienen sobre la vida, la muerte y todas las tradiciones y creencias en torno a ellas.

De cualquier forma, hay que destacar que esa celebración no es propia de todos los mexicanos puesto que, pese a ser una fiesta que se ha convertido en un verdadero símbolo nacional y que como tal es enseñada en las escuelas del país, existen muchas familias que son más apegadas a celebrar el “Día de todos los Santos” como lo hacen en el resto de los países católicos.