Xi Jinping y la “moderna” China
Entre férreas medias de seguridad y control, se realizó el Congreso del Partido Comunista chino, que reeligió para un segundo mandato, hasta el 2022, al presidente Xi Jinping. Este habló en su elección que para 2050 China sería una sólida y moderna nación socialista, mientras los opositores en Beijing estaban bajo vigilancia las 24 horas.
La policía china hizo controles más exhaustivos en el gigante asiático, para que en Beijing se realice sin ningún contratiempo el Congreso del Partido Comunista de China, que reelegiría, para un segundo mandato, hasta 2022, al actual líder comunista, Xi Jinping. Todo en la capital de ese país ha girado alrededor del gran día, y alrededor de la plaza central, la de Tiananmen, incluso se hacen hasta reconocimientos faciales a los ciudadanos.
Se prohibió el uso de cuchillos y globos. Nada que afecte lo que pasará dentro del cónclave. Por demás se reforzaron todos los puntos vitales de la capital, y se hicieron llamados a la ciudadanía a velar por el orden, e incluso se armaron patrullas voluntarias, con jubilados. La idea es que nada ajeno al Congreso, suceda. Incluso hubo reportes que la excitante vida nocturna de Beijing cesó durante la noche anterior al Congreso, y se cerraron bares, discotecas e incluso en algunas partes se aplicó la ley seca. Todo ello, para luego escuchar a Xi Jinping decir que China, para 2050 será una sólida y moderna nación socialista. Algo que no había que ser presidente de China, para preverlo, siendo hoy uno de los motores económicos del mundo.
No obstante la vida nocturna, se prevé regresé para el día 25, justo cuando en Occidente se celebra Halloween, y en Oriente ya es una tradición más. En el turismo también hubo parones, sobre todo los viajes al Tíbet, que son uno de los más buscados dentro de la cultura centenaria de los chinos. Se ha vetado el uso de drones y los paseos en globos aerostáticos por la capital. No hay mucho que hacer, más allá de sentarse frente al televisor, y ver una elección unánime, donde el rojo y el amarillo predominen en la pantalla.
Se habían reportado también la detención de 14 opositores, y la desaparición forzada de al menos dos de ellos, cuyo paradero se desconocía. Una de las arrestadas antes del cónclave, ha sido la viuda del Nobel de la Paz, Liu Xia. De hecho, hay detenidos varios procesos judiciales, contra opositores, de un Partido que gobierna él solo, desde el año 1949, y donde las libertades civiles están restringidas. Una de las primeras restricciones de cara al discurso de Xi Jinping, es la máxima censura en Internet. En China no se puede utilizar Facebook, Twitter o Google, y desde este verano tampoco WhatsApp. Los censores están a la caza de palabras claves, o indicios de cualquier burla a los líderes del Partido Comunista. Y así, Xi Jinping, habla de modernidad en Beijing.
