Brasil bate el récord de asesinatos
rasil batió su propio récord de asesinatos el año 2016. El gigante sudamericano registró 61.600 muertes violentas el año pasado, según informaciones del Anuario Brasileño de Seguridad Pública. Esa cifra representa un aumento de casi cuatro puntos porcentuales si se tiene en cuenta los 12 meses anteriores. En resumen: siete crímenes violentos tuvieron lugar en la nación sudamericana por hora. Las palmas se las lleva el estado Río de Janeiro como el de más víctimas reportadas. En ese lugar ocurrieron 6.200 muertes. Ello simbolizó un incremento del 24 por ciento. Eso se debe mayormente a la crisis institucional que padece ese estado ubicado al sureste de Brasil.
El Anuario Brasileño de Seguridad Pública incluyó también datos de los feminicidios ocurridos en Brasil. En 2016 se contabilizaron 533 asesinatos por razón de género, 96 de los cuales ocurrieron en Río Grande del Sur. En el total alrededor de cuatro mil 600 mujeres fueron asesinadas en Brasil por su condición de género. Ello representa una media de un homicidio cada dos horas. También se denunciaron 49 mil 500 violaciones.
La inseguridad ciudadana y la violencia se han tomado las calles de Brasil. Son muy comunes los encuentros y choques armados entre los habitantes de las favelas, los delincuentes y los cuerpos de seguridad. Lamentablemente, las autoridades conocen del problema pero se han limitado a responder con más violencia y despliegue militar.
En el caso de Río de Janeiro es permanente la crisis en el segundo estado más grande de Brasil, después de Sao Paulo. El mismo se encuentra quebrado. Esto impulsa el aumento de víctimas por balas perdidas y encuentros entre la Policía Militar y las bandas de narcotraficantes. En el mítico Río de Janeiro se registran alrededor de 15 tiroteos por día.
Los cariocas dicen que el Batallón 41, responsable de velar por la seguridad en la populosa favela FazendaBotafogo es muchas veces más mortal que hasta los propios criminales. En los dos primeros meses de este año 2017, al menos 36 personas murieron durante acciones de policías pertenecientes a ese batallón, en comparación con seis durante ese mismo periodo el año pasado.
Ni las Unidades de Policía Pacificadoras, conocidas como UPPs, ni las políticas generadoras de más violencia implementadas por la gobernación han resuelto el viejo problema de la violencia. La llamada Ciudad Maravillosa va perdiendo su brillo y atractivo turístico. Río de Janeiro es un espejo de lo que pasa en Brasil en general.
Brasil pasó de tener una crisis política y económica a una mucho más peligrosa: la de la inseguridad.
