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viernes, 17 de noviembre de 2017

¿Cómo surgieron los símbolos de +, - y = que usamos hoy?

Por EvelynR

Los signos de - ,= y + que empleamos desde que somos pequeños en la escuela son interesantes y tienen su historia. Además, este 2017 el + está cumpliendo 600 años y el =, 460 años. El símbolo que utilizamos para señalar que estamos por revelar un resultado (signo igual o =) fue creado por un galés del siglo XVI que a los 14 años estudiaba en la Universidad de Oxford y a los 21 enseñaba matemáticas ahí mientras estudiaba medicina. Murió en la cárcel a los 48 años. Además del signo =, Recorde utilizó los símbolos alemanes + y -, posibilitándole a la gente expresar ecuaciones matemáticas más rápido, sin gastar tanta tinta. Sin embargo, el latín continuó dominando durante el siglo XVI, de manera que llevó un tiempo antes de que el símbolo = reemplazara a la palabra "aequalis". Eventualmente, el símbolo fue extendiendo su uso y en día, aunque estés en Siberia o en la Patagonia, puedes escribir las dos paralelas y te entenderán.

Este genio se llamaba Robert Recorde y en su último libro, "The Whetstone of Witte" (La piedra de afilar de Witte), que fue publicado en 1557, le dio al mundo el símbolo para "igual". Recorde dejó la medicina para trabajar en las Casas de Moneda de Bristol, Londres y Dublín como supervisor. Algo que le incomodaba era tener que escribir una y otra vez que un lado de una ecuación era igual al otro lado de la misma. Es por ello que escribió que para evitar la tediosa repetición de las palabras 'es igual a', emplearía lo que a menudo usaba en su trabajo: un par de paralelas. La razón es que según explicó no habían otras dos cosas que puedan ser más iguales.

Además del signo =, Recorde utilizó los símbolos alemanes + y -, posibilitándole a la gente expresar ecuaciones matemáticas más rápido, sin gastar tanta tinta. Sin embargo, el latín continuó dominando durante el siglo XVI, de manera que llevó un tiempo antes de que el símbolo = reemplazara a la palabra "aequalis". Eventualmente, el símbolo fue extendiendo su uso y en día, aunque estés en Siberia o en la Patagonia, puedes escribir las dos paralelas y te entenderán.

Pero, ¿por qué alguien que hizo muchas contribuciones de las que la ciencia y la informática se continúan beneficiando, terminó en la cárcel? Es que por genio que fuera, no entendió una de las reglas básicas de la época: la aristocracia siempre gana. Recorde perdió su trabajo en la Casa de la Moneda de Dublín por disposición del conde de Pembroke. En respuesta el científico decidió demandarlo por conducta indebida, a lo que el conde le respondió con una demanda por libelo y ganó.

Ahora veamos las historias del símbolo + y del -, que en realidad no son tan antiguos como uno podría imaginarse. Probablemente la forma más simpática de señalar qué hay que hacer en una ecuación para obtener el resultado aparece en el papiro de Ahmes, un texto didáctico que recoge varios ejercicios matemáticos y en el que se señalaba que un par de piernas caminando hacia adelante indican una suma y caminando hacia atrás indican una resta.

Los griegos, por su parte, usaban esporádicamente el símbolo / al sumar, pero más que todo enunciaban la adición por medio de la yuxtaposición.

Hacia finales del siglo XV, el matemático francés Nicolas Chuquet y el italiano Luca Pacioli empleaban "p" (plus) para sumas y "m" (minus) para restas.

Pero a mediados del siglo XIV el astrónomo Nicole d'Oresme ya había utilizado el símbolo + como abreviación de "et", que significa "y" en latín. De hecho, pocos dudan que el origen del símbolo + fue la palabra "et".

Aunque al principio no todos usaban el + que conocemos. Matemáticos como el escocés David Hume, el neerlandés Christiaan Huygens y el francés Pierre de Fermat utilizaban la cruz latina "✝", incluso a veces hasta acostada; el español Juan de Hortega, el inglés Edmond Halley y otros, preferían la más ornamental "✠".

En contraste, el origen del signo - no es claro. Lo que se conoce es que este aparece en un manuscrito alemán de 1481 encontrado en la Biblioteca de Dresde. Además, en un manuscrito en latín del mismo período aparecen el + como el -. Ambos signos fueron examinados por Johannes Widmann, que los utiliza como si fueran conocidos. Además, su libro "Aritmética Mercantil" publicado en 1489 fue el primer texto impreso en el que aparecen ambos símbolos que aún empleamos para indicar sumas y restas.