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sábado, 11 de noviembre de 2017

Control de armas, la postergada esperanza

Por LauraB

El nuevo tiroteo mortal en Estados Unidos ha puesto, una vez más, el debate sobre la tenencia y el control de armas en la nación norteña. A apenas meses de ocurrido un hecho parecido en Las Vegas -el pasado 1 de octubre, cuando murieron 58 personas y más de 500 resultaron heridas-, nuevamente ese país acapara titulares por un viejo problema que no acaba de ser resuelto. La exigencia de tener un control preciso del armamento volvió a poner en tres y dos a quienes señalan que tener armas de fuego es la única manera de protegerse de los tiroteos que se han vuelto constantes.

En esta ocasión ocurrió un tiroteo en la localidad de 400 habitantes Sutherland Springs ubicada en el estado Texas que causó cerca de 27 fallecidos. Este último se suma a una larga lista de un fenómeno que causa más de 13 mil muertos al año.

El escenario de la tragedia en esta ocasión fue una iglesia cuando las víctimas –cuyas edades iban de los cinco a los 70 años- asistían a misa como cada domingo.

Las autoridades no tienen conocimiento aún de los motivos del crimen. Sí saben que el autor del mismo fue un joven blanco nombrado como Devin Kelley de apenas 26 años de edad. Él murió en la persecución policial luego de acometer la matanza. Los investigadores descartaron por el momento cualquier tipo de conexión con algún grupo terrorista.

¿Hasta cuándo se escucharán los reclamos por el control de armas en Estados Unidos? El lobby de la industria armamentística no cree en lágrimas ni en muertos. Mucho menos un país que mantiene su economía alimentando al gran monstruo: no solo vendiendo armas a cualquiera, sino también promoviendo guerras en otros países para justificar ventas numerosas de armamento.

Desde Japón donde está de visita oficial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el acto de espantoso. Sin embargo, no soltó ni una sola frase respecto a la imperiosa necesidad de controlar las armas.

La violencia armada en el país norteño causó el año pasado 38 mil víctimas.

Existen sectores que acusan a otros de usar las tragedias por tiroteos para politizar el tema. Dicen que en el fondo no les importa la vida de los ciudadanos. Lo único cierto es que Estados Unidos se ha mostrado débil respecto a un fenómeno que está desgastando esa sociedad.

El ex presidente Barack Obama (2009-2017) habló sobre el tema. En un mensaje en la red social Twitter el demócrata escribió: “que Dios también nos otorgue a todos la sabiduría de preguntar qué medidas concretas podemos tomar para reducir la violencia y el armamento”.