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lunes, 13 de noviembre de 2017

Donald Trump y sus negocios con China

Por Verónika Lorient

El Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) y una de las mayores entidades financieras del mundo por valor de activos, firmó un acuerdo para alquilar un espacio en el emblemático edificio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hace casi diez años y, según lo acordado, seguirá allí hasta el 2019.

El contrato es uno de los vínculos más directos entre el gobierno chino y el primer mandatario estadounidense, cosa esta que pudiera ser un problema, según algunos críticos.

Analistas consideran que Trump no se ha desprendido de sus activos aunque haya cedido el control de sus empresas a sus hijos mayores. Son Rusia, Arabia Saudita y Argentina, algunos de los países en los que Trump y sus negocios pueden tener conflictos de interés, y el caso de China es especialmente controvertido por ser una nación donde el gobierno es cuasi omnipresente.

Durante su campaña, Trump dirigió graves y repetidas críticas contra Pekín, acusándole de manipular su moneda y culpándole del déficit comercial de Estados Unidos con China. Sin embargo esta semana que concluyó dio un giro radical con su primera visita presidencial a China.

Estando en Pekín, casualmente, Trump se retractó consideró que China no tiene la culpa del déficit, ahora cree que los culpables de esa relación comercial de Estados Unidos con China son sus predecesores en Washington.

El ICBC, uno de las cuatro gigantes del sector financiero chino, es uno de los principales alquiladores de oficinas de la Torre Trump en Nueva York y es no es un secreto para nadie. En entrevista con Washington Post, Trump lo consideraba una de sus ventajas para afrontar la relación con China. "Conozco China muy bien, porque trato con China todo el tiempo (...) He firmado grandes acuerdos con China (...) el mayor banco del mundo, con 400 millones de clientes, es uno de mis inquilinos en Nueva York, en Manhattan. El banco más grande de China. El más grande del mundo", dijo Trump al responder una pregunta sobre los intereses de China en el Mar de China Meridional. El actual contrato de la entidad china expira en octubre del 2019, según los documentos hipotecarios del 2012, por lo cual, en caso de renegociación, se hará con Trump en la Casa Blanca.

Pero ahí no queda la polémica en relación con los vínculos entre Trump y China. China concedió oficialmente protección legal al presidente de Estados Unidos para el uso de la marca "Trump", a pocos días de la llegada del magnate neoyorquino a la Casa Blanca. Esos permisos están dirigidos hacia servicios de construcción tras más de una década de batalla legal. Desde entonces, se han producido autorizaciones similares para otro tipo de productos que se habían solicitado alrededor de un año atrás. Lo que si queda claro en esta historia es que Donald Trump está demostrando que de lo que si sabe en realidad es de economía y finanzas, porque el beneficio de su relación con China, consiste, según expertos, en que esas aprobaciones no le abren las puertas de la nación asiática directamente, sino que protegen su marca ante aquellos empresarios chinos que traten de lucrarse utilizando su nombre, una práctica común que han tenido que batallar multinacionales como Apple o personalidades como Michael Jordan.