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viernes, 24 de noviembre de 2017

El combate final contra el Estado Islámico en Iraq

Por Julio Zambra

El gobierno de Irak inició hoy un operativo militar para expulsar a los últimos combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que permanecen en su desierto occidental. La ofensiva se produce tres años después de que los terroristas se apoderaran de la tercera parte del país y proclamaran un califato, actualmente en peligro de extinción. De acuerdo con declaraciones del portavoz del ministerio de Defensa iraquí, Yehia Rasul, “los yihadistas han sido cazados en todas las regiones de Irak. Ahora nos toca limpiar todo la zona del desierto occidental. Pronto podremos decir que no queda ningún terrorista en el país".

La que pudiera ser la última gran batalla se desarrollará en la zona denominada "Provincia del Éufrates", que se extiende entre Siria e Irak. Esta ofensiva busca asestar el golpe definitivo a los últimos militantes del maltrecho califato en zonas remotas y poco pobladas de Al Yazira, ubicada entre las provincias iraquíes de Saladino, Nínive y Al Anbar, para de esta manera evitar que se convierta en un lugar donde el grupo pueda rearmarse y lanzar nuevos ataques. "El ejército y Hashid Shaabi [Movilización Popular, en árabe] han comenzado a primera hora de esta mañana una operación a gran escala para liberar las regiones de Al Yazira", ha reconocido el comandante de Operaciones Conjuntas iraquíes, Abdelamir Yaralá, en un comunicado. Según los expertos, esto representa el 4% del territorio, unos 7.000 km2. El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, afirmó el martes que no quería anunciar la derrota del EI antes de haber limpiado los reductos yihadistas que subsisten en zonas desérticas del país. "Tras el fin de la operación, anunciaremos la derrota total de Dáesh en Irak", dijo refiriéndose al EI por su acrónimo en árabe.

El objetivo es una zona de 7.000 kilómetros cuadrados que se extiende entre los ríos Tigris y Éufrates, cerca de la frontera con Siria, en la que han encontrado refugio las huestes del califato tras ser expulsadas de sus bastiones urbanos en las provincias de Al Anbar, Saladino, Diyala o Kirkuk. La zona fue en el pasado refugio de Al Qaeda en Irak, tras la invasión estadounidense del país en 2003.

El combate, que impacta desde tres frentes distintos, ha sido también confirmado por las milicias chiíes de Hashid Shaabi, respaldadas por Irán. "Más de 6.000 miembros de Hashid Shaabi forman parte de la primera fase de la operación junto a la división novena del ejército y agentes de la policía federal", ha precisado Husein al Asadi, portavoz de las brigadas Jund al Imam, uno de los grupos que componen una constelación de milicias integradas en las fuerzas de seguridad. Por su parte, las milicias Multitud Popular, lideradas por chiíes, informaron en un comunicado de que en las operaciones de hoy fueron "liberados" del EI 4.500 kilómetros cuadrados de territorio. Según estas tropas, el total de localidades tomadas a lo largo del día son 56, además de tres puentes, en tanto las fuerzas iraquíes alcanzaron al valle de Al Zirzar, donde se hicieron con el control de las poblaciones de Al Sukariyat, Al Akarib y Al Baka.

En el marco de este avance, varios terroristas fueron abatidos, ocho vehículos bomba detonados y otros tres confiscados, y fueron destruidas lanzaderas de proyectiles de mortero en la zona de Al Jazer, además de "posiciones y sedes" del EI. La Multitud Popular añadió que decenas de artefactos explosivos fueron encontrados y desactivados en las áreas de Sinyar y Umm Ziaba, en el norte de Irak y fronterizas con Siria. Esta fase de la ofensiva dio comienzo pocos días después de que las fuerzas iraquíes expulsaran al EI de la última zona habitada que controlaba en todo Irak, la comarca de Raua, ubicada en la provincia occidental de Al Anbar y próxima a la frontera con Siria.

El gobierno iraquí ha protagonizado una encarnizada batalla contra el EI, con cinco millones de desplazados y miles de muertos, desde que a comienzos del 2014 la organización que lidera el iraquí Abu Bakr al Bagdadi iniciara una veloz expansión desde la provincia de Al Anbar y llegara a ocupar más de un tercio de país. La primera maniobra para contrarrestar su dominio comenzó en la primavera de 2015 en Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein.

Desde entonces las tropas iraquíes han recuperado con apoyo de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos los enclaves de Ramadi y Faluya, ubicados ambos en la provincia de Al Anbar; Mosul, tras nueve meses de arduas escaramuzas; Tal Afar, también localizada en el norte del país; Hawija, próxima a la petrolera Kirkuk; y los últimos núcleos urbanos en la provincia de Al Anbar fronterizos con Siria.