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martes, 7 de noviembre de 2017

El corazón de Chopin, guardado en un frasco con coñac, explica su muerte

Por Jessica Meer

Ya se conoce cuál fue la causa de muerte del compositor polaco Frédéric Chopin gracias al análisis de su corazón, conservado en un frasco bañado en coñac en una iglesia de Polonia. Científicos de ese país fueron los responsables de ese hallazgo, que esperó por más de un siglo y medio por ser resuelto.

El célebre pianista murió en 1849 a la edad de 39 años, víctima de una pericarditis, una complicación rara de la tuberculosis crónica, aseguraron los investigadores en sus conclusiones del caso. El diagnóstico, publicado recientemente, es la última y más clara consumación del enigma sobre la lenta y terrible muerte del artista. Algunas de las causas del debilitamiento y muerte de Chopin fueron enfermedades hereditarias como la fibrosis quística - una deficiencia genética de alfa-1-antitripsina, o el estrechamiento de las válvulas cardíacas.

El hecho de que aun se conservara su corazón fue una petición del artista, ya que este le tenía pánico a un entierro prematuro. Así pues su órgano fue extraído después de muerto y almacenado en un recipiente con coñac, el cual se encuentra enterrado en la cripta de la iglesia de la Santa Cruz, en Varsovia, Polonia.

Por otra parte, sus restos se encuentran en el cementerio Père-Lachaise de París, ciudad donde murió el pianista y compositor. Allí también descansan los de Marcel Proust, Oscar Wilde, Jim Morrison, entre otros célebres artistas.

Frédéric Chopin fue considerado como uno de los más importantes pianistas y compositores de la historia y uno de los mayores representantes del Romanticismo musical. Le caracterizaba una perfecta técnica, refinamiento estilístico y elaboración armónica, cualidades que le permitieron ser comparado históricamente con la música de tiempos posteriores, como por ejemplo con las de Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Johannes Brahms o Franz Liszt. Su prestigio se extendió en toda Europa, firmó un contrato para la publicación de su música con Schlesinger, la casa editora más importante de Francia; en Leipzig era publicado por Probst y luego por Breitkopf & Härtel, en Berlín por Karl K. Kistner y en Londres por Christian R. Wessel. Chopin impartía clases y ofrecía recitales nocturnos, también componía para otros músicos de la época.