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lunes, 27 de noviembre de 2017

El dilema de los móviles en las aulas

Por dianell

Para nadie es un secreto que la tecnología se apropiado de muchos de los espacios, incluso de aquellos más íntimos. Las aulas de hoy en día donde se enseña a millones de estudiantes no escapan de esta dinámica. El tema de los móviles y las tecnologías en las aulas se ha convertido en un tema muy debatido y controversial. Están por un lado los que prohíben las tecnologías como elemento disociador en la práctica del aprendizaje y por otro lado los que ven en la tecnología una contribución al mismo. Lo cierto es que la tecnología nos acompaña a todos lados que para algunos es negativa y para otros es positiva, pero todas formas ella está ahí, y la misma va en aumento por lo que es imposible negarla.

Existen muchos países, para no decir que en todos, donde los móviles para los estudiantes son una herramienta para las clases que reciben. Pero esto crea muchas dudas en personas pertenecientes al mundo educacional, duda obviamente que resulta lógica. La duda radica en cuán útiles puedan ser los móviles en las clases y cuán disociador también puedan ser los mismos.

La incertidumbre de los conocedores de los sistemas educacionales son principalmente sobre las consecuencias directas que radican en la ausencia de conocimientos que pueden provocar estos dispositivos en el momento en el que se imparte la clase, debido al que muchos de los estudiantes prestan más atención a sus móviles que al profesor en frente del aula. Además no solo eso, que muchos de los estudiantes pierden el interés e la clase porque con solo buscar en Internet de lo que trata la clase tendrán una respuesta.

Por esta razón muchos centros prohíben en las clases el uso de los móviles y dispositivos electrónicos. Esto a su vez entra en contraste con la realidad, ya que el uso de este tipo de dispositivos es cada vez más necesario para muchos y en donde en la actualidad todos los usan.

Entonces deben crearse estrategias diferentes para mover el grado motivacional y dirigir las tecnologías en función de la educación, porque sería inevitable negar la existencia y el desarrollo de estas nuevas tecnologías que cada día que pasa se apoderan más de nosotros.

Es cierto que con respecto a esta situación de tan actual debate existen retos, dificultades pero también ventajas. Las posiciones ante el debate de los móviles y las tecnologías en las aulas tienen diferentes puntos de vista, por un lado están las que prohíben estrictamente por ley el uso de los móviles en las aulas, como por ejemplo en Galicia- España y por otro los que lo promueven como ejemplo diversas escuelas en Cataluña.

Ambos casos tienen su visión de la realidad y de la forma de impartir la educación. Lo cierto es que el móvil tiene que verse como cualquier otra herramienta para la educación, y que como tal puede traer consecuencias positivas o negativas. Esto radica en las necesidades de los alumnos, los profesores, el aprendizaje de los estudiantes según sus objetivos, etc.

Sin duda alguna es un reto el uso de este tipo de tecnología en las aulas. La discusión y el debate continúo sobre el uso de dichas tecnologías, expresan que no estamos hablando de un problema a la ligera, sino de un problema que puede mejorar o no la formación de las personas. Los retos son amplios, teniendo en cuenta que lo primero que se debe afrontar es asumir la tecnología como un objeto que va a portar a la clase y la educación y no como un enemigo. Esta aportación depende del profesor y del sistema de clases, es una decisión propia de la dinámica educativa y no del establecimiento de una ley.

Cada día que pasa la tecnología aumenta, sería muy ilógico negarnos a ella. Los niños de hoy nacen inmersos en esas tecnologías y se apropian de ella con mayor facilidad que una persona adulta. Entonces cuando al llegar al aula esos niños, ahora convertidos en estudiantes se les niega la posibilidad de acceder a lo que desde que nacieron han tenido y ven en todas partes, sería estar alejándolos de su realidad.

Por lo tanto los métodos pedagógicos de hoy tienen que renovarse y ponerse en función de la realidad que se vive. Las estrategias tienen que crearse para que el móvil en el aula no sea un instrumento de distracción sino un objeto propio de la clase y su uso entonces sea en función del aprendizaje del alumno.