El error de la Fuerza Aérea costó 26 vidas
El pistolero que mató a tiros a 26 fieles e hirió a otros 20 en una iglesia de Texas se vio envuelto en una disputa doméstica con sus suegros y había enviado mensajes amenazantes a la madre de su esposa antes de la masacre, dijeron el lunes las autoridades. El asesino, Devin Kelley, de 26 años, fue condenado por consejo de guerra por agredir a su primera esposa e hijastra mientras servía en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y pasó un año detenido antes de su licencia por mala conducta en 2014, según el Pentágono.
La Fuerza Aérea reconoció el lunes que no ingresó la ofensa de violencia doméstica de Kelley en 2012 en una base de datos del gobierno de Estados Unidos utilizada por traficantes de armas autorizados para llevar a cabo verificaciones de antecedentes de los compradores de armas de fuego. Una cadena minorista de artículos deportivos ha dicho que Kelley pasó verificaciones de antecedentes cuando compró un arma en 2016 y una segundo arma de fuego al año siguiente.
Los detalles sobre el comportamiento violento y perturbador de Kelley surgieron un día después del alboroto del domingo en el sureste de Texas, que se clasifica como el tiroteo masivo mortal por un pistolero solitario en el estado y uno de los cinco más letales en la historia moderna de Estados Unidos. Kelley fue encontrado muerto, aparentemente por heridas de bala, después de un intento fallido de escapar de la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, Texas, dijeron las autoridades.
Al salir de la iglesia, Kelley fue confrontado y disparado tres veces por un residente armado de la zona. Freeman Martin, vocero del Departamento de Seguridad Pública del estado, calificó al hombre que le disparó a Kelley como "nuestro héroe de Texas". Kelley llamó a su padre durante la persecución para decirle que le habían disparado y que quizás no sobreviviría, dijeron las autoridades. Más tarde colisionó su vehículo, se pegó un tiro y murió, agregaron. No estaba claro si murió por la herida autoinfligida o por los sufridos en el tiroteo, dijeron las autoridades.
Parece que los problemas familiares pueden haber sido un factor en la carnicería del domingo. Kelley estuvo involucrado en una disputa doméstica con la familia de Danielle Shields, una mujer con la que se casó en 2014, y la situación se había recrudecido, según funcionarios y registros públicos. "Hubo una situación doméstica dentro de la familia y los suegros", dijo Martin a los periodistas afuera de la iglesia el lunes. "La suegra asistió a la iglesia; recibió mensajes de texto amenazantes de parte suya". El sheriff del condado de Wilson Joe Tacit dijo que los miembros de la familia no estaban en la iglesia durante el ataque de Kelley. El propio Kelley había asistido a servicios en la iglesia a veces, el senador estadounidense Ted Cruz de Texas dijo a los periodistas en la escena. "Entiendo que este depravado loco había adorado en esta iglesia antes", dijo Cruz.
El ataque ocurrió aproximadamente un mes después de que un hombre armado matara a 58 personas en Las Vegas en el tiroteo más mortífero perpetrado por un atacante solitario en la historia moderna de Estados Unidos. Los muertos en el derramamiento de sangre del domingo oscilaron entre 18 meses y 77 años. Varios de los heridos permanecían el lunes en estado crítico. Usando un chaleco negro a prueba de balas y una máscara craneal, Kelley usó un rifle semiautomático Ruder AR-556 en el ataque, dijeron las autoridades. Recuperaron otras dos armas, ambas pistolas, de su vehículo.
En la zona rural de Texas y en otros estados, la posesión de armas forma parte de la vida, y los líderes republicanos se han resistido durante años a las medidas de control de armas, argumentando que los propietarios de armas responsables pueden ayudar a evitar el delito. El gobernador republicano de Texas Greg Abbott dijo a CBS News que había evidencia de que Kelley tenía problemas de salud mental y se le había negado un permiso estatal de armas. "Está claro que esta es una persona que tenía tendencias violentas ", dijo Abbott.
Abbott y otros políticos republicanos dijeron que el tiroteo masivo no influyó en su apoyo a la posesión de armas por parte de los ciudadanos estadounidenses: el derecho a portar armas protegidas por la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. "Esta no es una situación de armas. Quiero decir que podríamos investigarlo, pero es un poco pronto", dijo a los periodistas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante un viaje a Asia. "Afortunadamente, alguien más tenía un arma que disparaba en la dirección opuesta, de lo contrario, habría sido mucho peor".
Los demócratas renovaron su llamado para restringir la posesión de armas. "Cuántas personas más deben morir en iglesias, conciertos o escuelas antes de dejar que la NRA controle las políticas de armas de este país", dijo la senadora demócrata de Estados Unidos Elizabeth Warren en Twitter, refiriéndose al poderoso lobby de armas de la Asociación Nacional del Rifle.
El vicepresidente Mike Pence dijo en Twitter que viajará a Sutherland Springs el miércoles para reunirse con las familias de las víctimas y la policía. El ataque aturdió a Sutherland Springs, una comunidad de aproximadamente 400 personas. Una familia, la Holcombe, perdió ocho personas de tres generaciones en el ataque, incluido Bryan Holcombe, un pastor asistente que dirigía el servicio, dijo un pariente. John Stiles, un veterano retirado de la Marina estadounidense de 76 años, dijo que escuchó los disparos desde su casa a unos 150 metros (137 m): "Mi esposa y yo estábamos buscando un lugar tranquilo y silencioso cuando nos mudamos aquí, pero ahora eso no ha funcionado".
