El fracaso de Merkel
La canciller alemana Ángela Merkel ha fracasado en su intento de formar gobierno. Esto la ha llevado a la peor crisis política que ha enfrentado la poderosa mujer en los últimos 12 años. Tras cuatro semanas buscando aliados para formar una coalición para gobernar no pudo concentrar las fuerzas necesarias. Por lo tanto las aspiraciones para formar un nuevo gobierno están totalmente paralizadas. El Partido Democrático Libre (FDP, por sus siglas en idioma alemán) se levantó de las conversaciones que mantenía con la decidió abandonar el diálogo que sostenía con la Unión Democrática Cristiana-Unión Social Cristiana de Baviera, la alianza de Merkel y los Verdes para confirmar un nuevo gobierno.
El principal gobernante del FDP, Christian Lindner, aseguró que había tomado esa decisión porque no existía confianza con la Merkel ni con el resto de movimientos políticos que forman parte de su alianza. Por lo pronto, el primer paso de la política germana fue pactar una reunión con el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. Este tiene el poder de convocar elecciones anticipadas.
No todo es tan difícil. Merkel también puede llamar a los Verdes pero ello no le permitiría aprobar medidas en el bien del país y hasta de su propio gobierno. En septiembre pasado Merkel se impuso en las elecciones y obtuvo la mayoría de los escaños en el Bundestag - Parlamento alemán-. De esta forma repitió por cuarta ocasión en esa posición política. Sin embargo, ello no fue suficiente para que ella consolidara su mandato y tuvo que sentarse a dialogar con el resto de movimientos, partidos y fuerzas políticas en Alemania. Merkel ha dicho por el momento que desde su puesto como canciller ella hará todo cuanto esté a su alcance para asegurar el buen manejo del país en las semanas que vienen.
Los detractores de la Dama de Hierro -versión alemana- dicen que su caudal político está desgastado luego de más de diez años en el poder. A ello sumaron el hecho de que sus políticas de acogida de refugiados estimulaban los sentimientos y grupos xenófobos de extrema derecha en Alemania. No obstante, su coalición de centro derecha, la Unión Demócrata Cristiana posee 40 puntos porcentuales del apoyo de los votantes.
A sus 63 años ha sabido con una forma única cómo regir los destinos de la conocida locomotora europea. Dotada de un pragmatismo político impresionante muchos la consideran como una persona fría. Sin embargo, logró sobreponerse a los malos números y al creciente aumento de las iniciativas extremistas en un país cuyas prácticas le costaron muy caro a la humanidad.
