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lunes, 27 de noviembre de 2017

El Madrid roza otro batacazo

Por Aliet Arzola

El Málaga, un equipo con diez derrotas y solo siete puntos en la tabla de posiciones de La Liga, hizo temblar por momentos al estadio Santiago Bernabéu, donde al Real Madrid le ha costado más de la cuenta imponer su ley de monarca. Así se demostró por enésima ocasión en la temporada, con una ajustada victoria 3-2 sobre la escuadra dirigida por Michel, que por momentos incordió seriamente a los merengues y no los dejó poner en práctica su plan. De cualquier manera, el partido representó el regreso goleador en la competición doméstica de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, quienes habían contribuido muy poco a la causa anotadora del plantel.

De entrada, el Madrid apostó por las bandas con Lucas Vázquez tirado a la derecha, mientras Kroos caía sobre la izquierda e Isco quedaba de electrón libre, pero también escorado. Esa puesta en escena no favoreció a los blancos, porque tanto Kroos como Isco estaban lejos de su zona de creación habitual, sobre todo el malagueño, quien no logró sacarse ningún conejo de la chistera. A pesar de eso, los merengues encontraron el primer tanto del pleito justo con un balón en profundidad por el carril de Marcelo, que centró para que Cristiano rematara al palo y Benzema aprovechara el rebote.

Con ventaja, la tropa de Zinedine Zidane no se asentó en el campo, aunque tampoco sufrió, porque el Málaga, sin pólvora y sin ideas demoró en carburar. De hecho, necesitaron un error de los merengues para salir adelante, en específico de Kroos, quien dejó mal parado a todo el Madrid atrás, con Varane lejos de su zona de influencia y Casemiro como central de emergencia. El desbarajuste lo aprovecharon los malagueños, en concreto el delantero Diego Rolan, quien recibió tan solo en el centro de área que le dio tiempo a matar la bola con el pecho y rematar a placer, sin que ningún hombre de blanco lo incordiara en la maniobra.

Los anfitriones no tardaron en reaccionar, esta vez gracias a un cabezazo de Casemiro a la salida de un corner, que devolvió la ventaja al Madrid justo antes de irse al descanso. Eso fue una bocanada para el Bernabéu, que celebraba cauto, sin mucho revuelo, porque el rendimiento de los blancos no daba el máximo de seguridad. Y las sensaciones se confirmaron al inicio del segundo tiempo, en el que el Madrid arrancó dormido, sin percusión por las bandas ni control en el medio. Aislados Cristiano y Benzema por la pobre circulación de la pelota, las oportunidades eran mínimas y el trance lo aprovechó el Málaga para subir el empate a la pizarra gracias a Chory Castro.

El uruguayo remató con potencia desde 25 metros y la pelota se escurrió entre las manos de Kiko Casilla, quien fue un manojo de nervios durante todo el encuentro. Un segundo error colocaba al Madrid en una posición complicada a menos de media hora del final, porque el empata no le servía para nada dada su delicada situación en La Liga, en la que amanecieron a diez unidades del Barcelona. Conscientes del hecho, los blancos comenzaron a apretar y a Zidane no le tembló el pulso para meter en la escena a Luka Modric, suplente de ocasión por rotaciones. El croata tomó los hilos del encuentro y llevó al Madrid a una posición más ventajosa y sólida, amparado en su gran conducción de balón y visión.

Justo sobre él los malagueños cometieron un claro penal, el primero que le conceden al Real en mucho tiempo. El encargado de cobrarlo fue Cristiano Ronaldo, quien no había tenido suerte en el encuentro pese a que había rematado con potencia en varias ocasiones, repelido a veces por el palo y en otras por el guardameta Roberto, de gran actuación. En el penal, a punto estuvo de agrandar su figura el portero visitante, pues detuvo el chut del portugués, solo que el rebote le quedó a merced para el contrarremate y el tercer gol blanco de la tarde madrileña.

Tanto tiempo llevaba Ronaldo sin cobrar un penal y tan negado está con el gol en La Liga que no lo quedó más remedio que sonreír, sin encontrar una explicación clara de su mala fortuna. A la postre, ese fue el gol decisivo, aunque al final a Ronaldo le cometieron otro penal no pitado por Gil Manzano, y anotó otro gol invalidado por un fuera de juego previo muy dudoso de Lucas Vázquez. El Málaga no pudo jugar a la heroica porque le faltaron piernas, y también porque tenía un tanto menos en su cuenta, valorando que al cierre del primer tiempo le invalidaron un gol por una supuesta falta sobre Dani Carvajal en el área merengue.

A pesar de que no lograron controlar un partido en casa contra el uno de los equipos más retrasados de la tabla, el Madrid sintió mejores sensaciones con un juego más vertical, variante que impide explotar lo mejor de Isco, sustituido a falta de media hora. Como buenas noticias, Cristiano marcó, y también Benzema, quien salió de la cancha y no fue pitado por el Bernabéu.