Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 15 de noviembre de 2017

El Muro de Adriano sucumbe ante el turismo

Por Diana Lorenzo

Resistió a los más brutales ataques de los primitivos escoceses. Se mantuvo incólume ante los invasores sajones. Sin embargo ahora, 1.500 años después de su construcción, el Muro de Adriano está sucumbiendo ante una nueva invasión: los turistas. Hoy, la histórica construcción de origen romano muestra cuantiosos signos de deterioro ante el aumento de viajeros.

Tales han sido las consecuencias que las autoridades han visto la necesidad de transportar vía helicóptero 35 toneladas de piedra con el objetivo de tratar de reconstruir unos diez kilómetros de la fortificación.

El Muro o Muralla de Adriano es una construcción de tipo defensiva radicada en la isla de Britania, actual Gran Bretaña. Se erigió entre los años 122-132 por orden del emperador romano Adriano para defender el territorio britano al sur de la muralla, de las tribus de los pictos. Siglos después el territorio picto se convertiría en la actual Escocia.

La muralla abarcó desde sus inicios 117 kilómetros de longitud, y una altura de un poco más de cuatro metros. Está reforzada además por catorce grandes fuertes y ochenta de menor dimensión. Sin embargo, y pese a su aparente dureza, los pictos lograron atravesarla en tres ocasiones. Los estudiosos explican hoy el porqué del fracaso defensivo. Entre las razones se encuentra que ni su altura ni anchura eran suficientes para ofrecer una resistencia efectiva. Además, la enorme longitud de la muralla impediría una distribución eficaz de las fuerzas romanas. Finalmente, luego de la última invasión, alrededor del año 380 de nuestra era, y aparejado ya con el declive del poderío romano en la isla, la muralla fue abandonada.

Desde entonces se han conservado fragmentos de la misma, pues en muchos sitios los habitantes del lugar emplearon sus piedras para realizar otras construcciones. Durante todo este tiempo se ha considerado una frontera simbólica entre Inglaterra y Escocia, aunque la real se encuentra situada muchos kilómetros más al norte.

La Unesco declaró en 1987 la Muralla de Adriano como Patrimonio de la Humanidad, a la que se sumaría el Limes de la Alta Germania-Retia (2005) en Alemania y el Muro Antonino (2008) en el Reino Unido, con el que conforman de conjunto, las fronteras del Imperio Romano. Muchos historiadores lo consideran el monumento más importante construido por los romanos en Gran Bretaña.