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viernes, 17 de noviembre de 2017

El perdón de The Old Vic por consentir acosos de Spacey

Por Nilyam

La cadena de acontecimientos que tienen como tema central los acosos sexuales del actor norteamericano Kevin Spacey, de 58 años, aún no vislumbran un final, luego de hacerse pública la denuncia del también actor Anthony Rapp sobre este tipo de comportamientos de Spacey, una estrella hoy decadente de Hollywood, que alberga dos premios Oscar.

Después del señalamiento de Rapp, llegó una oleada de acusaciones que hicieron a Netflix, la productora de House of Cards, de la que Spacey es protagonista, romper con el intérprete y suspender la producción de la reconocida serie, y al director Ridley Scott, tomar la decisión de filmar nuevamente, con Christopher Plummer, las escenas que ya tenía grabadas con Spacey en su nueva película All the Money in the World.

Ante todos estos eventos, que han ido creciendo como bola de nieve, le ha tocado el turno de pronunciarse al teatro londinense The Old Vic, en donde Spacey se desempeñó como director artístico entre 2004 y 2015. A raíz de las acusaciones de acoso sexual recibidas por el actor, la institución habilitó una dirección de correo electrónico "confidencial" para que los trabajadores, tanto actuales como antiguos, dirigieran esas "quejas que no hayan podido expresar" hasta ahora. El mail, que fue creado a finales de octubre, ha recibido hasta el momento unas 20 denuncias por acoso sexual y otros comportamientos inapropiados del veterano actor estadounidense. Es así que The Old Vic, en voz de su directora ejecutiva, Kate Varah, “se disculpa de todo corazón con las personas que nos dijeron que se habían visto afectadas" y por no crear un entorno de trabajo con la confianza suficiente para que pudieran denunciar estos hechos.

El teatro londinense, fundado en 1818 y ubicado al sureste de la Estación de Waterloo, informó que 14 de las 20 acusaciones eran tan graves, que había aconsejado a los denunciantes acudir a la policía para llevar este asunto. The Old Vic sí precisó además que ninguno de los afectados era menor de edad en el momento de los hechos. Los directivos de esta institución cultural consideran que el estatus y celebridad de Kevin Spacey disuadieron a los trabajadores de denunciar sus actos, sobre todo a los jóvenes o al personal de menor rango.