Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Hassan tiene una piel nueva sin epidermosis bullosa

Por Miss GD

Es imposible no maravillarnos ante los avances de la ciencia moderna, sobre todo en materia de medicina. La ciencia sigue su avance agigantado en este campo de la medicina y los expertos intentan hallar una manera de eliminar de una vez y por todas esos padecimietnos que afectan desde épocas remotas a la mayoría de las personas.

La tecnología y la robótica han avanzado tanto en la actualidad, que ya se utilizan en el ámbito de las curaciones y ahora se están realizando operaciones nunca concebidas que han logrado devolverle la vida y la plena existencia a numerosos pacientes que ya habían pensado que no podrían curarse nunca.

Hasta ahora, por ejemplo, era prácticamente inconcebible un transplante de manos, pues la tecnología aún no había avanzado tanto para lograr ese tipo de operación, sin embargo, hoy, un equipo médico llevó a cabo con éxito el primero en la historia de la humanidad y un niño fue la persona que recibió sus dos nuevas manos.

Y también ahora a estos milagros de la ciencia médica se une el de Hassan, de 7 años, quien padecía de un trastorno genético potencialmente mortal que le había causado heridas intratables e infección en todo el cuerpo. Pero gracias a un tratamiento con una epidermis genéticamente modificada, su vida podría salvarse y cambiar para siempre.

La afección que padece el pequeño Hassan se conoce como epidermolisis bullosa y se considera un raro trastorno cutáneo genético; cuyas víctimas tienen mutaciones en uno de tres tipos de genes que son el LAMC2, LAMA3 o LAMB3 y que son los encargados de producir la proteína laminina 332.

Esta proteína es lo que ayuda a unir las capas superiores de la piel a las capas más profundas, por tanto, lo que produce esta grave afección es que la piel de los pacientes pueda ampollarse por un leve golpe o fricción o incluso romperse ante cualquier choque liviano.

Un estudio publicado recientemente en la revista Nature informa que Hassan sufre epidermólisis bullosa de unión, hecho que padece alrededor del 5 por ciento de aquellos que tienen la enfermedad. Esta es considerada una de las formas más graves de esta afección, pues los pacientes pueden tener problemas incluso para comer, ya que las ampollas también pueden aparecer también dentro del cuerpo. Un aproximado del 40 por ciento de los niños que padece esta condición no sobrevive el primer año, y la mayoría no sobrepasan los cinco años de edad debido a las graves heridas.

Pero los médicos encargados de Hassan optaron por intentar reparar su piel con un reemplazo de epidermis genéticamente modificado. Investigadores de la Universidad de Módena tomaron implantes de células madre de una pequeña parte de la piel en la ingle y la usaron para producir una nueva piel en el laboratorio. Además, antes de cultivar la dermis en el laboratorio, el equipo utilizó un retrovirus para insertar una versión sana y no mutada del gen LAMB3 y que el experimento resultara.

Los cirujanos demoraron dos meses para lograr injertar la piel cultivada en el niño, quien a su vez pasó meses recuperándose, cubierto de vendajes, antes de que pudiera dejar el hospital en el año pasado.

El pequeño Hassan ahora ha vuelto a la escuela, y hasta puede jugar al fútbol, afirma Tobias Hirsch, médico que estuvo tratándole e indica que el niño no necesita tomar medicamentos, pues le está yendo bien en su escuela en Alemania y su piel se cura como otros niños sanos. Un punto de esperanza para todos aquello pequeños afectados al igual que Hassan, que ahora pueden esperar una cura de mano de la ciencia médica.