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viernes, 10 de noviembre de 2017

La basura espacial china vuelve a La Tierra

Por Nilyam

La comunidad científica internacional, sobre todo la que se dedica a temas espaciales, se encuentra alerta desde que hace unos días fue anunciada la noticia de que la estación espacial Tiangong-1, que en septiembre de 2011 fue el primer laboratorio orbital lanzado desde China, se estrellará contra la Tierra en el primer mes de 2018. Las predicciones, realizadas por la fundación estadounidense sin ánimos de lucro The Aerospace Corporation, indican que si bien gran parte de la Tiangong-1 se desintegrará en la atmósfera, algunas piezas podrían caer a la superficie terrestre. 

Dónde caerán exactamente estos pedazos de la plataforma, que tiene un peso de 8 toneladas y media, es para los científicos difícil de precisar, pero de lo que sí están seguros es de que la colisión tendrá lugar en algún lugar entre las latitudes 43º norte y 43º sur del planeta, lo cual se sabe gracias a la inclinación que presenta la nave. Toda esta zona abarcaría una amplia franja terrestre que por el sur alcanza Nueva Zelanda, Australia o Argentina y por el norte, la mayor parte de España. Lo que tiene en total incertidumbre a los científicos de la fundación estadounidense es que saben mejor cuándo caerá que su ubicación exacta.

Sin embargo, aunque pueda parecer una grave amenaza a los ciudadanos de la Tierra, los expertos aseguran que resulta muy poco probable que los restos de la Tiangong-1 golpeen a alguien o dañen una propiedad. Hasta el momento, la única persona que ha sido víctima de algo semejante fue la ciudadana estadounidense Lottie Williams, quien en 1996 fue golpeada por un pequeño pedazo de escombro espacial, pero no sufrió lesiones de importancia. Eso sí, puede haber una sustancia muy tóxica y corrosiva a bordo del laboratorio, por lo que aconsejan no tocar ningún residuo que esté en el suelo ni inhalar los vapores que pueda emitir.

Tiangong-1 se diseñó con la idea de que fuera un laboratorio tripulado, pero no está habitada. Está conformada por dos módulos y mide alrededor de 10 metros de largo. Aunque ya en marzo de 2016 el gigante asiático dejo de recibir datos de esta estación espacial, no fue hasta el mes de septiembre en que reconoció de manera oficial que la plataforma reingresaría en la atmósfera, según sus cálculos, en la segunda mitad de 2017. A lo que no han hecho alusión es a que el objeto espacial tendrá una reentrada descontrolada. El Tiangong-1 no es el único laboratorio espacial en órbita que posee China, pues también está el Tiangong-2, lanzado en septiembre del pasado año.