La lenta recuperación mexicana
La recuperación de los centros dedicados a la atención a la salud que fueron afectados por los sismos ocurridos en México, durante el pasado mes de septiembre, demandará una inversión de más de cuatro mil quinientos millones de pesos mexicanos (lo que equivale a 250 millones de dólares estadounidenses, aproximadamente), según dio a conocer el presidente de esa nación, Enrique Peña Nieto. En ocasión de las celebraciones por el Día del Médico, el mandatario exaltó igualmente la labor desarrollada por los galenos de ese país, en cuanto la asistencia a los lesionados por los terremotos, informa la agencia de noticias Prensa Latina.
Durante la jornada, Peña Nieto advirtió que, hasta el momento, hay más de 50 instalaciones de salud que presentan daños mayores, así como también otras 325 con afectaciones menores. Asimismo, reveló que el por ciento de salud con insuficiencia de servicios especializados en el sector de la medicina, descendió seis puntos porcentuales, al pasar de 21, 5 (registrado en el año 2012) a 15, 5 (en el 2016), por lo que –dijo– en tan solo cuatro años, aumentó en más de seis millones de mexicanos, los que se sumaron al acceso a los servicios de salud. A tal ritmo –expresó–, podría convertirse en una realidad el deseo de que toda la población de ese país cuente con atención médica asegurada, en un periodo relativamente inferior a los diez años.
El movimiento telúrico en cuestión, fue registrado a las 13:14 horas del día 19 de septiembre, a unos siete kilómetros de Chiautla de Tapia, en la ciudad de Puebla, y tuvo una magnitud de 7.1 en la escala de Richter. Según reportaron varios medios de prensa, las autoridades locales reportaron un total de 43 fallecidos el propio día 20, entre los que se encontraban varios menores de edad, así como también una alumna de la Universidad Autónoma de Puebla. La cifra oficial de decesos, ascendería a 228 en la capital del país. También, más de 45 edificaciones públicas, y edificios del Centro Histórico del municipio de Puebla, sufrieron severos daños estructurales; mientras, las actividades de comercio y de transporte quedaron suspendidas hasta nuevo aviso. Igualmente, quedaron suspendidas las actividades docentes en la zona, puesto que el reporte preliminar dejaba saber daños a más de 135 centros de educación locales, tanto de la enseñanza pública como de la privada. Anteriormente, el 7 de septiembre, México había sido devastado por un sismo de 8,2 grados de magnitud, que causó años a más de 50 millones de habitantes de ese país. En esas fechas, Peña Nieto emitió tres días de duelo nacional en conmemoración a las más de 60 víctimas mortales, durante un recorrido que sostuvo por Juchitán, Oaxaca, donde fueron registradas las mayores afectaciones en ese sentido. Además, se reportaron afectaciones a más de 800 centros de Chiapas, 60 de Oaxaca y 75 de Ciudad de México, solamente en el sector educacional.
Un mes después de estos incidentes, se reportó que miles de habitantes de la Ciudad de México no habían podido regresar a sus hogares. Mientras, la demolición de los cientos de edificaciones, cuya reconstrucción era imposible, apenas comenzaba.
