La maternidad en los Estados Unidos alcanza cifras alarmantes
Cada año, alrededor de 700 mujeres en los Estados Unidos mueren como resultado de complicaciones en el embarazo o el parto. Hasta 60,000 mujeres embarazadas tienen problemas que pudieran costarles la vida. Muchas desconocen sus riesgos. El asunto ha sido descrito como una crisis silenciosa, pero el énfasis debe hacerse sobre la palabra ‘crisis’.
Estados Unidos es una de las naciones más desarrolladas del mundo. La expectativa de vida promedio ha aumentado en general durante al menos las últimas cinco décadas, y las muertes por enfermedades que una vez fueron fatales, como la poliomielitis, la viruela, la tuberculosis y el SIDA, están disminuyendo abruptamente. Sin embargo, cuando se trata del proceso natural de la maternidad, las mujeres en los EE. UU mueren en números mucho más altos que las de la mayoría de las naciones desarrolladas, donde las muertes maternas generalmente están disminuyendo. Una mujer en los EE. UU., donde la tasa de mortalidad materna se duplicó entre 1987 y 2013, tiene más probabilidades de morir por causas relacionadas con el embarazo que en cualquier otro país. Existen varias teorías sobre por qué: la pobreza persistente, el gran número de mujeres que no posee un seguro de salud adecuado, y factores de riesgo relacionados con el estrés y la discriminación. Todos estos factores se conjugan en Texas, donde las mujeres afroamericanas están muriendo debido a causas relacionadas con el embarazo y el parto a un ritmo dolorosamente alto. Según el American Congress of Obstetricians and Gynecologists, la tasa de mortalidad materna en Texas después de 2010 alcanzó "niveles no vistos en otros estados de EE. UU."
Lo más alarmante de las cifras que han sido conocidas, es que dentro de todas las mujeres que fallecen, las afroamericanas tienen la tasa más alta de todas. Un informe conjunto de 2016 del Grupo de Trabajo de Morbilidad y Morbilidad Materna del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas encontró que las madres negras representaron el 11.4% de los nacimientos en Texas en 2011 y 2012, pero el 28.8% de las muertes relacionadas con el embarazo. Los números no mienten. "Esto es una crisis", dijo Marsha Jones, directora ejecutiva del Centro Afiya, una organización sin fines de lucro con sede en Dallas que se ha encargado del tema. En mayo, el centro publicó su primer informe: "No podemos ver morir a las mujeres negras". "El solo hecho de ser una mujer negra en Estados Unidos tiene su propio nivel de estrés", refirió posteriormente. Funcionarios de salud pública de Texas han manifestado que están preocupados por la alta tasa de mortalidad materna del estado, pero no creen que los recortes a las clínicas de salud de mujeres sean los culpables, señalando que la disminución en la financiación no tuvo efecto hasta después de que se informó el aumento en la mortalidad materna. Mientras continúan los debates en busca de responsables, la certeza aterra: el número de mujeres afroamericanas que muere por disímiles factores continúa creciendo.
