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sábado, 11 de noviembre de 2017

La migración hacia Europa viene de lejos

Por erne91javier

La migración hacia Europa aumentó desde el comienzo del Holoceno, periodo climático benigno iniciado hace 11 mil años; y se dio en tres oleadas distintas, señala la británica University College London. El primero sucedió cuando la agricultura se expandió por Europa desde Oriente Próximo; mientras que el segundo coincidió con el comienzo de la Edad del Bronce, una época en la que surgieron civilizaciones complejas, los caballos se convirtieron en un importante medio de transporte, se inventaron carretas y carros, y se establecieron nuevas redes comerciales en Asia y Europa. El tercer momento de movilidad ocurrió en la Edad del Hierro, un periodo que vio incrementos significativos en el tamaño de la población, el comercio y la guerra.

Estos hallazgos sugieren un fuerte vínculo entre el cambio tecnológico y la movilidad humana, afirmó Mark Thomas, profesor del Departamento de Genética, Evolución y Medio Ambiente de la University College London. Los científicos además hallaron que la movilidad entre los cazadores-recolectores que vivían en Europa antes de la migración de los agricultores era comparativamente baja, particularmente después del pico de la última Edad de Hielo (hace unos 20 mil años). La migración está influenciada por una combinación de factores económicos, medioambientales políticos y sociales: ya sea en el país de origen del migrante (factores impulsores) o en el país de destino (factores motivadores). Históricamente, se cree que la prosperidad económica y la estabilidad política relativas de la UE han ejercido un considerable efecto llamada sobre los inmigrantes.

Pero en la actualidad las cifras son algo preocupante. Una totalidad de cerca de 4,7 millones de personas emigraron a alguno de los Estados miembros de la EU-28 durante 2016, mientras que al menos 2,8 millones de emigrantes dejaron, según los informes, algún Estado miembro de la UE. Estas cifras totales no representan los flujos de migración a o desde la UE en general, ya que también se incluyen los flujos entre diferentes Estados miembros de la UE. Entre estos 4,7 millones de inmigrantes durante este año, se estima que 2,4 millones eran ciudadanos de terceros países, 1,4 millones de personas tenían la nacionalidad de un Estado miembro de la UE diferente de aquel al que emigraron, alrededor de 860 000 personas migraron a un Estado miembro de la UE del que tenían la nacionalidad (por ejemplo, nacionales retornados o nacionales nacidos en el extranjero), y unas 19 000 personas eran apátridas.

La información sobre la nacionalidad se ha utilizado a menudo para el estudio de los inmigrantes de origen extranjero. Sin embargo, producto a que la nacionalidad puede cambiar en el transcurso de la vida de una persona, es también útil analizar la información por país de nacimiento. La proporción relativa de los inmigrantes nativos dentro del número total de inmigrantes fue más alta en Lituania (74 % de todos los inmigrantes), seguida de Rumanía (66 %) y de Polonia (50 %). En cambio, Italia, España, Luxemburgo, Austria y Alemania informaron de una relativamente baja proporción de inmigrantes nativos, con menos del 10 % de toda la inmigración en 2016.