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domingo, 5 de noviembre de 2017

La peor crisis de drogas en la historia de EEUU

Por habana91

El presidente norteamericano, Donald Trump, declaró la actual crisis de opioides como una emergencia de salud pública y reconoció que Estados Unidos es el país que más consume esas sustancias en el mundo. 'Estamos lidiando con la peor crisis de drogas en nuestra historia', expresó el gobernante republicano, quien sin embargo evitó declarar la situación como emergencia nacional, como había dicho inicialmente que haría. Medios locales se refirieron al anuncio de este jueves como una medida parcial, pues una emergencia de salud pública, a diferencia de una nacional, no libera fondos adicionales, sino que depende de los fondos existentes para ser redirigidos.

Un opiáceo es un narcótico analgésico que contiene opio natural o sintético, y es usado por los médicos para aliviar el dolor. El opio natural se extrae de las vainas de la planta de amapola en Asia. Las drogas que contienen opio sintético o natural solo están disponibles legalmente por prescripción, aunque pueden conseguirse de manera ilegal en las calles. Las drogas opiáceas son adictivas tanto física como psicológicamente cuando se utilizan en altas dosis por un largo período de tiempo. El uso irresponsable de los opiáceos se asocia con un alto riesgo de sobredosis de la droga. 'Declarar una emergencia nacional liberaría la financiación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, el despliegue de trabajadores de salud pública y las solicitudes estatales de ayuda federal, entre otras cosas', indicó la cadena CBS News. En un discurso desde la Casa Blanca, el presidente llamó la atención sobre la epidemia que cobró 64 mil vidas en esta nación el año pasado, 175 cada día. 'Nadie ha visto nada como lo que está sucediendo ahora. Como estadounidenses, no podemos permitir que esto continúe. Es hora de liberar a nuestras comunidades de este flagelo de la drogadicción', expresó. Trump dijo que orientó a las agencias federales utilizar todos sus recursos para luchar contra la crisis de las drogas, incluyendo el enfoque de proporcionar un mejor tratamiento para los adictos. Ninguna parte de nuestra sociedad se ha librado de la epidemia de opiáceos, agregó el mandatario, quien sostuvo que su administración está luchando agresivamente contra la situación en todos los frentes. El paso de esta jornada 'reorientará todos los recursos del gobierno federal y de la rama ejecutiva para enfocarse en brindar alivio a esta necesidad urgente', manifestó hoy a la prensa un alto funcionario de la Casa Blanca. Una emergencia de salud pública debe renovarse cada 90 días hasta que la declaración ya no sea necesaria. Tres agencias que desempeñan un papel protagónico en la respuesta federal a la epidemia de opiáceos tienen directores en lugar de líderes confirmados por el Senado: el Departamento de Salud, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca y la Administración Antidrogas. Los individuos que utilicen drogas opiáceas pueden volverse adictos física y mentalmente a las drogas en tan solo dos semanas. Los individuos que sufran de la abstinencia de opiáceos a menudo sienten que tienen una gripe severa. Además la abstinencia psicológica trae cambios de ánimo, depresión y alta sensibilidad al dolor. Los síndromes de abstinencia pueden ser incómodos, pero no hacen peligrar la vida. Se estima que en el mundo mueren cada año 69 000 personas por sobredosis de opioides. Se estima que hay 15 millones de personas en el mundo que tienen dependencia de los opioides (es decir, adicción a los opioides). La mayoría de esas personas consume heroína producida y fabricada de forma ilícita, aunque hay un porcentaje cada vez mayor que consume opioides sujetos a prescripción médica. Si bien existen tratamientos eficaces para luchar contra la dependencia de los opioides, únicamente el 10% de las personas que necesitan tratamiento lo recibe. Debido a sus efectos farmacológicos, en dosis elevadas los opioides pueden provocar depresión respiratoria e incluso la muerte.

Cada año, decenas de miles de personas mueren por sobredosis en EEUU. De acuerdo con estimaciones preliminares del diario The New York Times, en 2016, entre 59.000 y 65.000 personas fueron víctimas de sobredosis —un número mayor al de los que fallecen en accidentes de tráfico anualmente—. Alrededor de dos tercios de todas las muertes por sobredosis están vinculadas a la heroína y otros opiáceos. En los últimos 10 años, el número de muertes por consumo de drogas pesadas ha ido creciendo cada vez más rápido.