Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 15 de noviembre de 2017

La prueba de España acaba en empate

Por Aliet Arzola

Julen Lopetegui tuvo un nuevo examen antes del Mundial, concretamente en Rusia, contra los anfitriones y contra el público que, dentro de unos meses, apretará desde las tribunas en el máximo espectáculo futbolístico del planeta. Al final, la prueba de España en el Stadion Krestovskyi terminó en empate a tres dianas, con muchas lagunas defensivas de La Roja y varias dudas en ataque, sobre todo en la finalización.

Para España, el partido empezó de cara, con un gol muy poco común de Jordi Alba, de cabeza entre los gigantes rusos. El lateral izquierdo del Barcelona se movió de zona y apareció solo en el medio del área, donde remató a placer un centro puesto con la mano por Marco Asensio, quien se pinta como una figura crucial para los ibéricos de cara al Mundial. El jugador madridista dio un nuevo recital de profundidad, regate y conducción, las armas que lo han catapultado como un hombre de confianza, tanto para Zinedine Zidane como para Lopetegui.

Esa asistencia dio alas a España, que después se encontró con sendos regalos del árbitro italiano Gianluca Rocchi, quien fue muy severo con los rusos a la hora de aplicar el reglamento. En una jugada en el área, a Kuzyaev le pegó una pelota en el hombro y el colegiado interpretó que le había pegado en la mano y con intención, por lo que decretó un penal. El cobro estuvo a cargo de Sergio Ramos, quien después tuvo otra pena máxima por una falta sobre él mismo en el área. El central iba en busca de un centro y tropezó, como tantas veces sucede en las jugadas de pelota detenida, y de nuevo Rocchi pitó el penal. Ojo con este asunto, si se cantarán todas las faltas de este tipo, los partidos terminarían 10-9.

Pero al margen de eso, La Roja no mostró mucho más en territorio mundialista. Su parcela de creación no estuvo fina, ni tampoco la gente de arriba, sobre todo Rodrigo, que perdió la oportunidad de erigirse en héroe tras un enorme pase de Illarra y al final, para colmo, provocó una contusión cerebral al meta Lunev. Además, ni Vitolo, ni Callejón, ni Suso aportaron frescura al ataque español, encomendado definitivamente a la magia de Isco y al hambre de Morata, ambos ausentes en este examen.

Analisis aparte merece la defensa, retratada en las cabalgadas de Rusia, que poco a poco va mejorando su rostro de cara al examen mundialista en casa. En el primer tanto de Fedor Smolov, por ejemplo, Pique quedó retratado por enésima ocasión, literalmente un cono en medio del área. Luego la fortuna acompañó a los rusos en el primer empate transitorio (2-2), pero en el último tanto la defensa estuvo muy pasiva y dio margen para que, de nuevo Smolov, sacara un zapatazo impresionante que dejó la pizarra en 3-3