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miércoles, 15 de noviembre de 2017

La tecnología cura y provoca enfermedades

Por DianaLeon

En estos tiempos en los que la tecnología se ha adueñado de nuestra vida, es muy difícil librarse de los efectos que tienen los malos hábitos que asumimos al interactuar con ella. Nos referimos a malas posturas para escribir en la computadora, o leer con poca luz y en una pantalla muy iluminada por mucho tiempo sin lentes adecuados para adaptarse a los cambio de iluminación. Muchas de estas actitudes inciden en nuestra salud a largo plazo, pudiendo ocasionar padecimientos, entre ellos, uno de reciente descubrimiento y denominación conocido como síndrome de visión informática.

Este se da como resultado de una prolongada e ininterrumpida exposición a pantallas luminosas a una corta distancia. Sus principales síntomas pueden variar de una persona a otra pero suelen ser: visión borrosa, fatiga e irritación ocular, sensibilidad a luz, sequedad, sensación de cuerpo extraño, visión doble, dificultad para enfocar, dolor de cuello, mareos y cefaleas.

Dichos síntomas pueden agravarse por inapropiadas condiciones de iluminación, como deslumbramiento o luz intensa brillante, o por un flujo de aire en movimiento más allá de los ojos como rejillas de ventilación, o el aire directo de un ventilador.

Esta se da pues, como explica el doctor Pablo Daponte, presidente del Consejo Argentino de Oftalmología, al pasar muchas horas trabajando, estudiando o de ocio frente a distintos tipos de pantallas (computadoras, tablets, televisores, celulares y otros dispositivos móviles), forzamos a nuestros ojos en su capacidad de enfoque y trabajo binocular lo que provoca, a la larga, alteraciones visuales por la demanda que exige esto representa.

De hecho, cuando miramos estos dispositivos la frecuencia de parpadeo disminuye un 30 por ciento de lo usual, por lo que disminuye a su vez la lágrima haciendo que se irrite la vista más fácilmente provocando la sequedad del ojo.

Además, el padecimiento está más extendido de lo que creemos pues, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de los Estados Unidos, cerca del 90 por ciento de las personas que utilizan computadoras por 3 horas o más pueden desarrollar este síndrome.

El síndrome afecta tanto a niño como a los adultos, en este último caso por los prolongados tiempos de trabajo. En lo referido a los niños, el padecimiento puede afectar no solo la salud visual, sino psíquica y su forma de relacionarse. Varios especialistas recomiendan, en lo relativo a los niños, que no se les debe permitir estar más de 2 horas diarias frente a este tipo de pantallas. De hecho, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los menores de 2 años no permanezcan frente al televisor en ningún momento.

Pensar que las personas disminuyan su grado de interacción con las pantallas y las tecnologías es bastante improbable, pero los doctores y científicos recomiendan varios elementos que podemos cambiar en nuestros estilo de vida para prevenir o reducir los efectos de este padecimiento.

En primer lugar, el descanso es esencial, es por ello que para aquellas tareas que impliquen el uso de la computadora u otros dispositivos electrónicos, se deben descasar los ojos después de cada hora. Es tan simple como cerrarlos durante un minuto y luego podremos retomar la tarea con normalidad.

Sin darnos cuenta, por lo general nos situamos cerca del monitor de la computadora, la laptop, o la pantalla de otros dispositivos, sin embargo, la sugerencia es la de mantener una buena postura y distancia frente a estos. En el caso de la televisión la distancia prudencial es de 2 metros, y en computadoras, tablets, celulares y otros dispositivos móviles, se recomiendan al menos 60 centímetros con la parte superior de la pantalla al mismo nivel que nuestros ojos.

Una elevada iluminación puede de la pantalla puede afectar nuestros ojos, por lo que se sugiere reducir la luminosidad de los dispositivos al mínimo posible. Además, se recomienda situar las lámparas estratégicamente para que alumbren los objetos en los que enfocan la vista y no de frente a los ojos.

Otro truco es descansar la vista cada 40 minutos de uso, por unos 5 minutos, fijando la mirada en un punto lejano y pestañando para hidratar los ojos. En ese sentido, conservar la humedad ocular de los ojos es muy importante. Para ello es necesario el pestañeo forzado, principalmente cuando se está mucho tiempo frente a la computadora, pues no hay agentes externos que lo provoquen, o a través del uso de lágrimas artificiales.

Se recomiendan también el uso de lentes fotosensibles, que se adaptan de manera automática a diferentes condiciones de iluminación, optimizando el contraste visual en ambientes muy iluminados y brindando nitidez y claridad de visión al ser adaptables a los estilos de vida de cada persona.

La vista es uno de los sentidos que más usamos a diario, y el 80 por ciento de la información que recibimos del entorno es mediante los ojos. Es por ello que es necesario que los cuidemos y les prestemos atención, para lo que es recomendable también hacer al menos una visita en el año al oftalmólogo.