La muerte de Emilio Botín llega a los juzgados
España no deja de dar la nota últimamente gracias a una política de pandereta, y ahora se ha sumado al carro una querella silenciosa que ha pasado desapercibida por el 99% de la sociedad. Resulta que el Juzgado Central de Instrucción número 1 de Madrid ha recibido una querella particular: Emilio Botín fue asesinado.
Sí, el gran banquero y evasor fiscal en sus ratos libres. Parece que no habría tenido una muerte tan natural como pareció aquél 10 de septiembre de 2014, ya hace más de tres años. ¿Quién? ¿Cómo? Pero, sobre todo, ¿por qué mataron a Emilio Botín? Todo ello aparece en la querella que ha presentado la procuradora Ana Isabel Sánchez Riado.
Para la pregunta de quién, la querella apunta que la mano ejecutora era Jesús Samper Gaviria, que además de ser narcotraficante, era amante de la hija del banquero, actual presidenta del Santander. Junto a Samper habrían colaborado tres altos responsables del banco.
Samper tendría dos motivos para perpetrar el crimen. En primer lugar, el padre de su amante no veía con buenos ojos su relación, y muy bien no se debían llevar porque le habría obligado a marcharse de España. Y, por otro lado, Ana le habría instigado.
Sí, la presidenta del Banco Santander habría sido, junto a su madre, Paloma O’Shea, las principales propulsoras del maquiavélico plan. ¿Y con qué motivo?
Parece que el magnate de la banca no estaba muy a gusto con su esposa y mantenía– como era de conocimiento público – una aventura extramatrimonial con la Subdirectora General del Banco que él presidía: Ana María Sánchez del Corral. La idea de Botín era divorciarse de su mujer y romper los lazos de forma definitiva para casarse con la amante. No era una idea rómantica y pasajera, sino más bien una decisión definitiva: la querella menciona que él entregó a su esposa una lista con los bienes que le quedarían tras el divorcio y que los amantes ya tenían fecha para la boda: Navidad del 2014.
La noche del asesinato Samper y sus tres colaboradores - Carlos Martínez, Carlos rubio y José Manuel García Entrena – administraron a Emilio Botín alguna sustancia mortal para los diabéticos, enfermedad que padecía el banquero. Nada más consumado el crimen, el amante habría llamado a Ana Patricia, que estaba en Londres, y en un periquete los peces gordos de la entidad la habrían nombrado presidenta. Era la una de la madrugada de la noche en la que había ordenado matar a su padre.
Pero ¿por qué querría Ana matarlo? No era hija única. Y al parecer, su hermano mayor estaba más preparado y era el favorito del padre.
Cuando Emilio Botín hijo llegó a la reunión vio que una furgoneta de la funeraria trasladaba a su padre al domicilio de la familia. Al día, siguiente se anunció, a las 8:30h, que el banquero había muerto en su casa de un ataque al corazón.
Ana Patricia Botín no tardó mucho en despedir a la amante de su padre.
Un cóctel de intrigas familiares, amantes y desamor, dinero y poder: las causas que podrían haber precipitado la muerte del mayor banquero de España. Y qué curioso, también, que ningún medio generalista haya hablado de la noticia.
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