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jueves, 30 de noviembre de 2017

La UGT, en favor de los trabajadores de espacios digitales

Por thais

La Unión General de Trabajadores (UGT), organización sindical obrera española, denuncia la precariedad laboral a la que están sometidos los trabajadores de las plataformas digitales, expresando que el avance se evidencia desde la perspectiva tecnológica porque en materia laboral representa un retroceso de incluso décadas. La UGT denuncia que estos espacios bajo la premisa de ‘’economía colaborativa’’, que la organización la considera como falsa, mantienen a sus trabajadores en condiciones precarias, sin el correcto cumplimiento de sus derechos laborales. La actuación de estas empresas sin regulaciones, ni marcos legales que faciliten el cumplimiento de los derechos inalienables del trabajador, son algunas de las denuncias de la UGT.

La economía colaborativa o el consumo colaborativo como también se le conoce, se refiere a la interacción entre dos o más personas, mayormente a través de medios digitalizados, la cual satisface a ambas partes. En este caso las partes vienen siendo los usuarios que demandan y los que ofertan, aunque hay un tercero en juego que son los desarrolladores o los controladores de la plataforma. Este sentido de relación entre partes que se encuentran mutuamente necesitadas, libera a las plataformas de cualquier responsabilidad legal e incluso algunas lo dejan claramente especificado en los términos legales de la página.

El criterio de confiabilidad en este caso se establece sin ni siquiera conocer personalmente a la parte contraria, los usuarios se guían por los datos de los datos que manifiesta, que consideran totalmente fiables y por las reseñas de otros consumidores o supuestos consumidores que ya han utilizado el producto o tomado ese taxi o alojado en esa casa, los cuales, propiciado por el funcionamiento de la plataforma, adquieren una reputación alta o baja en dependencia de cómo lo puntúen los que ya se han relacionado con esos usuarios que ofertan.

Existen numerosas empresas en España que funcionan bajo este principio en las plataformas digitales, dedicadas a la satisfacción de disimiles necesidades y deseos de los usuarios. Bicing, dedicada al transporte, covivienda, especializada en espacios e inmuebles, entre otras, son algunas de estas empresas que operan en España. Compañías que comparten este funcionamiento como Airbnb y la famosa Uber, han sido objeto de crítica por parte de las competencias tradicionales, en el caso de la primera que se dedica al alquiler de viviendas por un corto tiempo, las críticas partieron de los dueños y trabajadores de hostales que se encuentran dentro de los marcos legales y cumplen con las políticas establecidas y en el caso de Uber, la protesta parte, claramente de los taxistas, figuras presentes, desde siempre en casi todos los contextos, que se perciben excluidos de estas nuevas transformaciones y formas de establecer las reglas del mercado de oferta y demanda.

El mundo del internet, a pesar de los debates en cuanto a la seguridad de los usuarios en numerosas redes sociales, se caracteriza por otorgarle infinitud de posibilidades y libertades al individuo que quizás no tenga fuera del universo digital. Esta oportunidad contribuye al establecimiento de nuevos puestos de trabajo que son actualizados y renovados constantemente, por lo que la mayoría de los trabajadores en estas plataformas son personas jóvenes que aún buscan su estabilidad profesional o laboral o que quizás desarrollen esta actividad como un extra para aumentar su calidad de vida.

El carácter informal de estas plataformas y su accionar en los diferentes contextos sociales, resulta el elemento principal del que se derivan todos los debates y críticas sobre el tema. Al no existir un sistema regulatorio del funcionamiento y delimitaciones para la acción de estas empresas, la capacidad normativa del estado y sus instituciones para controlar los movimientos de estas compañías es claramente insuficiente, porque no tiene herramientas legales para ello.

Por eso se denuncia la precariedad laboral, se infiere su existencia porque los trabajadores de estas empresas al no estar registrados formalmente (aunque si están controlados por las plataformas) no tienen un respaldo legal que posibilite el cumplimiento de sus derechos y su protección social en sus diferentes dimensiones: salud, seguridad, formación técnica y profesional, entre otros. Derechos que se violan constantemente porque ni siquiera se tienen en cuenta desde ninguna de las partes. Esto es precisamente lo que demanda la UGT para los trabajadores de estas empresas, que quizás estén conscientes de su posición dentro de estas pero de igual forma considero que resulta vital la lucha y la exigencia de sus derechos.