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jueves, 9 de noviembre de 2017

La Unión Europea castiga a Venezuela

Por Yamy

Desde hace varios años, Venezuela está en la mira internacional debido a su evidente crisis política, económica y social. No han sido pocas las personalidades, organizaciones y gobiernos que se han manifestado en contra de Nicolás Maduro y su gestión, y para ello se han firmado decretos, se han emitido declaraciones condenando posiciones, y se han establecido sanciones para “castigar” a quienes consideran los responsables de la crisis venezolana, medidas que han sido extensivas, incluso, a los familiares de los implicados.

Ahora, la Unión Europea (UE) se ha sumado al saco de acciones que criminalizan al gobierno oficialista de Venezuela, aunque llama la atención que una vez más secunda las iniciativas adoptadas por Estados Unidos. Esta vez, las sanciones de la UE incluyen un embargo de armas, además de la creación de una base legal que permita imponer restricciones selectivas a toda aquella persona que sea considerada responsable de la crisis en el país bolivariano.

Fuentes diplomáticas y medios de prensa informaron este miércoles que los embajadores de la Unión Europea que se reunieron en el Comité de Representantes Permanentes (COREPER) decidieron unánimemente imponer a Venezuela sanciones en respuesta a la presunta represión que se vive en el país suramericano. Los reportes indican que tales sanciones serán graduales, también selectivas, flexibles y reversibles. Además, se recalcó que las medidas no están concebidas para afectar a la población venezolana de manera general, y que en cambio su único objetivo es impulsar un proceso que sea creíble y significativo, y que pueda conducir, finalmente, a una solución pacífica, por demás negociada en el propio país. De cualquier modo, la propuesta no será implementada hasta que sea aprobada el próximo lunes por los ministros de Exteriores comunitarios.

Las sanciones propuestas por la Unión Europea consisten en un embargo de armas y en igual medida un veto a las exportaciones de equipos que puedan ser utilizados para la represión interna del gobierno hacia el pueblo, o aparatos que sirvan para mantener bajo vigilancia las comunicaciones electrónicas. El tema de la “base legal” significa que la UE podrá establecer un listado de personas a las que considere responsables de la situación de crisis en Venezuela, y a los efectos para esas personas serán aplicadas restricciones de viaje a territorio comunitario, y les serán congelados los bienes que puedan tener en la Unión, en caso de que la evolución de la situación lo requiera.

Con tal decisión, la Unión Europea una vez más se mantiene tras los pasos de Estados Unidos, país que anteriormente, y como acostumbra, ya ha establecido numerosas sanciones similares contra los líderes y funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro. El objetivo político del quehacer internacional continúa siendo violentar y forzar al gobierno venezolano para volver a la mesa de negociaciones con la oposición y contribuir a salir de la actual crisis política.

Desde que Nicolás Maduro asumió el poder en 2013, Venezuela ha vivido intensas jornadas de protestas que a ratos han sido más o menos intensas, sin embargo es evidente la desestabilización social, el descontento, y el caos económico que ha provocado escasez de bienes de primera necesidad como alimentos, medicina e incluso combustible, en uno de los países con mayores reservas de petróleo del planeta. La actual crisis venezolana también será discutida el próximo lunes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La Unión Europea ya había dado una fuerte señal de respaldo a la oposición venezolana al otorgarle, en octubre, el premio Sajarov. No obstante, llama la atención la conveniencia o parcialidad de su postura y que quieran imponer fuera de su circunscripción medidas para regular acciones que en su propio territorio son ninguneadas; un ejemplo de ello es que condenen el tema de los Derechos Humanos que en teoría se violan en Venezuela, cuando en la actualidad en Europa también se viven tiempos convulsos con los refugiados que huyen de África y el Medio Oriente; además de las fuertes represiones policiales dentro de la comunidad que apenas tienen eco en la prensa internacional; o el silencio sobre las acciones terroristas protagonizadas por sectores extremistas de la oposición venezolana.