La WBSC expande sus horizontes
La Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC por sus siglas en inglés) tiene una obsesión: que sus deportes no sean vistos como disciplinas poco atractivas que aburren a los fanáticos. Por ello, se ha lanzado en la promoción de una nueva modalidad rápida, dinámicay mucho más económica, pues se juega en las calles como las versiones reducidas de fútbol o baloncesto, otros deportes que también han buscado alternativas a sus variantes tradicionales.
En particular, la WBSC se ha fijado en un juego callejero de Cuba para esta expansión: el cuatro esquinas, también conocido como pelota a la mano. En las arterias de la Mayor de las Antillas todos la practican, desde niños y jóvenes hasta personas de más de 40 años. El cuatro esquinas es una de las pasiones del cubano, al igual que el fútbol callejero, el cual en los últimos años ha ganado protagonismo.
Y precisamente sobre las bases de este entretenimiento cubano se ha montado la WBSC para la creación del Baseball Five, en el que juegan cinco, cuatro de ellos ubicados exactamente igual que en el clásico diamante beisbolero, y un quinto que custodia encima de la segunda base, para evitar que se escapen las bolas por el medio del terreno. Además, se corre por todas las bases, no se camina, las líneas que se atrapen de aire no valen tres outs, y las que sean simplemente tocadas no son out, sino que se debe forzar al corredor con los mismos principios del béisbol tradicional.
En La Habana, la WBSC montó un pequeño torneo entre universidades cubanas que sirvió de lanzamiento mundial de la modalidad, con presencia de personalidades importantes como Riccardo Fraccari, presidente del organismo rector del béisbol y el softbol, y su embajador global, Antonio Castro, hijo del ex mandatario cubano Fidel Castro. Una variante de esta pelota a la mano ya se había realizado hace seis años, también en la capital cubana, organizado por Red Bull, pero ese sí se acogió a las reglas tradicionales del cuatro esquinas.
En esta oportunidad el torneo fue apoyado por Will Kaltschmitt, miembro del ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI), dio su apoyo al proyecto, teniendo en cuenta de que se trata de una modalidad que puede calar en los jóvenes de todo el mundo, incluso en aquellos países donde no existe tradición beisbolera.
Kaltschmitt expresó que el béisbol estará dentro del programa olímpico de Tokio 2020 como deporte de exhibición, pero tiene un reto tremendo para mantenerse en París 2024, dado que esa sede no cuenta con un historial vinculado a la disciplina de las bolas y los strikes. El Baseball Five, si bien no aspira por el momento a incluirse en dicho programa, espera aumentar la popularidad del béisbol, como mismo han logrado el fútbol y el baloncesto.
El evento en La Habana fue todo un éxito, con disputas muy cerradas entre los jóvenes cubanos, quienes como jugaron a un promedio de 15 minutos por cada partido de cinco innings. De cualquier manera, es muy difícil creer que el Baseball Five pueda verse en el futuro como alternativa del béisbol tradicional, que tiene un público muy específico y fiel sin importar la duración de los choques. Eso sí, en naciones donde no haya tradición, puede servir para despertar expectación y aumentar la práctica callejera. Solo el futuro determinará si esta apuesta no se esfuma.
