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viernes, 17 de noviembre de 2017

Las esferas delictivas en el mundo mundial

Por deltoro

A escala mundial ha suscitado la preocupación de los países por el incremento significativo de la criminalidad, razón por la que gobiernos e instituciones nacionales, Órganos de la Organización de Naciones Unidas, Agencias especializadas, trabajan en función de trazar las estrategias de lucha contra este fenómeno. Ajeno a ello no esta Cuba, que en aras de prevenir la delincuencia ha adoptado diversas medidas en las diferentes esferas de la vida social con el propósito de erradicar los vestigios del pasado y formar el hombre nuevo. Es por ello que con nuestro trabajo aspiramos a poner al desnudo las causas y condiciones que generan la delincuencia; los métodos y medios utilizados por nuestro país para eliminarla, así como las deficiencias que confrontamos.

Constituye pues un intento de análisis de la criminalidad en Cuba en la etapa actual de construcción del socialismo, el cual consideramos importante para ulteriores investigaciones. Para confirmar esto, significamos que el delito es un fenómeno social que surge por primera vez al organizarse el Estado, cuando los hombres establecen las normas cuya violación constituye lo que se llama delito; que abarca un conjunto de propiedades esenciales, tales como: peligrosidad social, carácter ilícito, culpabilidad y punibilidad.

Por su parte, la delincuencia es un concepto colectivo, es decir, no constituye un fenómeno homogéneo; se caracteriza como un conjunto sumamente abigarrado de distintos actos de la conducta criminal individual; tomando en consideración la unidad entre el delito y su autor, la delincuencia debe evaluarse como un conjunto no sólo de delitos, sino también de delincuentes. Por eso decimos que la delincuencia es un fenómeno de la sociedad, históricamente cambiante, social, que tiene carácter jurídico‑penal, y se forma del conjunto de delincuentes y delitos cometidos en el Estado correspondiente en determinado período; especificando que no es una simple suma de delitos como un todo general, sino que refleja también los rasgos de los delitos aislados que se producen en la sociedad.

Formándose de actos delictivos individuales, la delincuencia constituye un fenómeno que se diferencia de sus componentes. ¿Cuál es la diferencia entre la delincuencia y un delito concreto?, ¿Cómo explicar el hecho de que los fenómenos tomados por separado poseen unas propiedades, pero si se les toma en conjunto pasan a ser distintas de sus componentes?.

La respuesta es la siguiente: Cada delito tomado por separado hubiera podido producirse y no producirse, hubiera podido ser o no ser, en otras palabras puede considerarse como fenómeno casual, mientras que el conjunto de tales hechos no solo puede, sino que debe ocurrir en una etapa dada de desarrollo de la sociedad; se trata de que la delincuencia en conjunto, es un fenómeno lógico para las condiciones concretas de una sociedad concreta. Interpretamos el delito como una unidad singular. Cada delito tomado por separado existe en un "ejemplar" y tiene su propia caracterización. En cambio, la delincuencia es una magnitud compuesta de todos los acontecimientos individuales que en su masa forman el fenómeno.

Hasta ahora podemos plantear que sigue vigente la concepción Marxista‑Leninista, según la cual: la criminalidad como fenómeno histórico‑social condicionado, ha surgido y se ha propagado en el proceso de la división social del trabajo , del surgimiento de la propiedad privada sobre los medios de producción, de la explotación, y de las clases antagónicas entre sí.

Esos fenómenos socio­económicos constituyen la causa principal, decisiva y básica de la delincuencia, de su propagación y auge constante. Esas causas abarcan todo un complejo de fenómenos (división del trabajo, propiedad privada, explotación, clases y antagonismos de clases), que se formo en un proceso histórico, prolongado a través de miles de años durante los cuales se desarrollo y continuará modificándose, es decir, que la criminalidad como producto de esa causa se encuentra sujeta a grandes y extraordinarias modificaciones.

Las causas de la delincuencia anteriormente narradas se perciben actualmente a un nivel cada vez más elevado, en las nuevas relaciones sociales capitalistas; por consiguiente la criminalidad es consustancial a los regímenes de explotación propio del sistema e ineludible. En la actualidad, partiendo del estudio y examen de diversos documentos oficiales, entre ellos los Congresos de Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y Tratamiento de Delincuentes, somos del criterio de que aún persisten las causas señaladas en los países capitalistas, así como otras que mantienen viva la criminalidad, tales como: la desigualdad social, la discriminación racial y nacional, el bajo nivel de vida, el desempleo y el analfabetismo de importantes capas de la población, la discriminación por razón del sexo, bajos niveles de ingresos, problemas graves de la vivienda, la marginalidad, drogadicción, prostitución...