Lavado de dinero, la mancha indeleble en México
Primero fue la noticia de la conexión del presidente de México, Enrique Peña Nieto, con la empresa brasileña Odebrecht. Ahora la trama de corrupción salpica indirectamente a los precandidatos presidenciales y representantes por la izquierda mexicana. Los eventuales aspirantes por el Partido del Trabajo (PT), de izquierda, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador del norteño estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez fueron conectados con un escándalo por lavado de dinero. Ante las sospechas la fiscalía de la nación azteca lepidió a un juez que emitiera ya una orden de arresto contra Guadalupe Rodríguez, la esposa del jefe nacional del mencionado PT, Alberto Anaya.
La mujer de Anaya está acusada de desviar a cuentas personales y fondos de inversión alrededor de 100 millones de pesos mexicanos, el equivalente a unos cinco millones de dólares. Según los reportes preliminares el dinero fue entregado por el gobierno de Nuevo León para operar Centros de Desarrollo Infantil, conocidas en México como escuelas públicas de educación preescolar.
Ante las acusaciones el líder del PT dijo que el gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto lo estaba persiguiendo, el clásico dentro de estas tramas. Anaya agregó que lo persiguen porque mostró su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, uno de los que lidera las encuestas de las elecciones presidenciales del primer día del mes de junio del año próximo.
Por lo pronto, López Obrador, actual jefe del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) dijo en la red social Facebook al dirigente del PT acusado de lavado de dinero y fraude. Para el político se trata de una venganza contra personas que, a su juicio, no han incurrido en ningún tipo de delito. Es, añadió, una represalia porque el PT formó una alianza con Morena en las pasadas elecciones en el estado de México, vecina a la capital.
Los investigadores de la Procuraduría General están diciendo que la cifra de la cifra de lavado de dinero es mucho mayor que la inicial porque el dinero pasó por muchas manos.
Las tramas de corrupción en México, y como pasa en casi todos los países latinoamericanos, llegan hasta las más altas esferas de la vida política. Precisamente, hay un caso pendiente que involucra al presidente Enrique Peña Nieto.
La organización nombrada Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) denunció que Peña Nieto sostuvo encuentros con Marcelo Odebrecht, el jefe de la empresa constructora brasileña envuelta en una trama de corrupción de alcance global y regional.
