Londres busca un asesino en serie de gatos
Desde el 2015 tener mascotas en Gran Bretaña es, más allá del placer que provoca su excelente compañía, son motivo de sobresalto; sobre todo si de gatos se trata. Scooty, Rusty, Topsy o Squiggles, son algunos de los nombres de los felinos que desde entonces y hasta la fecha, se han encontrado vilmente asesinados y descuartizados, en algún lugar sombrío del país.
Y aunque parezca extraño o incluso ridículo, las autoridades policiales creen que se trata de un asesino en serie de gatos, que ha eludido su captura durante dos años y puede ahora estar expandiendo sus ambiciones. Desde finales de 2015 cuando fue encontrado el primer cadáver cerca de los callejones de un barrio de Croydon al sur de Londres, se cree que más de 370 animales han sido mutilados.
La policía local cree que se trata de una sola persona, un mismo asesino en serie. Aunque, según declaró Andy Collin, detective de la policía metropolitana de Croydon, durante una entrevista con la BBC: "Es muy posible que otras personas se suban al carro, imitadores si quieres llamarlo así". Su obsesión son los gatos domésticos, aunque se ha informado eventualmente de zorros, conejos, cachorros, incluso de una lechuza. Nombrado por el The Washington Post el pasado año como el "Croydon Cat Ripper", el asesino tiene un modus operandis bien definido: "Decapitado, con sus colas y orejas cortadas, estómagos rajados y órganos extirpados".
Buscando respuestas a tan inusual comportamiento, psiquiatras y autoridades policiales creen que "los gatos son atacados porque están asociados con lo femenino. El asesino no puede tratar con una mujer que le está trayendo problemas". La preocupación fundamental es que "en algún momento escalara o se sienta lo suficientemente valiente como para pasar a mujeres y niñas vulnerables".
El horizonte geográfico del atacante se ha extendido desde que iniciara dos años atrás. Desde un único suburbio de Londres ahora se amplía desde la costa hasta varios kilómetros al norte, al este y el oeste de la capital.
Lo más cercano a la identificación del asesino fue cuando en una noche del pasado agosto, testigos que estaban cerca de un gato asesinado en Caterham persiguieron a un hombre con un faro o una especie de antorcha del área. A partir de ello, la policía, a través de un grupo de protección de animales con el que se asociaron, publicaron una posible descripción del asesino, y posteriormente grupos de derechos de los animales ofrecieron más de 10 mil dólares como recompensa por la información que llevó al arresto del asesino.
