Los efectos de las chancletas en los pies
Las tan populares chancletas o flip flops, se presumen que tienen su origen en las getas de Japón, pero también existen similitudes con otras culturas como las ushutas (‘ojotas’) de los incas, o unas sandalias de esparto encontradas en España y fechadas en el VI o V milenio a. C. también en el Antiguo Egipto se empleó un calzado similar, hecho con tiras de papiro trenzado. Desde épocas tan antiguas como esas, las chancletas han sido el zapato tradicional favorito para los días más calurosos, por sus facilidades de tener los pies descubiertos y frescos para combatir el calor. Sin embargo, el uso prolongado de las mismas no es recomendado por los especialistas pues pueden generar muchos problemas.
Según la Evaluación de la Salud Nacional del Pie del Instituto para la Prevención de la Salud del Pie de Estados Unidos, el 78 por ciento de los estadounidenses de más de 21 años ha sufrido molestias en los pies y se debe en gran medida al uso de estas sandalias veraniegas. Aquí les dejamos una lista de los principales efectos negativos:
Lesiones
Aunque son muy frescas y cómodas para el verano, según los investigadores, no son capaces de amortiguar el impacto contra superficies duras por la fina goma que conforma su estructura.
Como señala el estudio, nuestros pies están preparados para caminar por superficies naturales como la hierba o la arena, por lo que usar chanclas para andar sobre el asfalto puede causar varios problemas. Básicamente, al ser planas, pueden causar dolores en las rodillas, la espalda y la cadera.
Asimismo, para los médicos ortopedas de Escuela de Medicina Mount Sinai, en Estados Unidos, las chancletas ofrecen un respaldo al arco y una cobertura del pie limitadas, por lo que pueden ocasionar lesiones en la persona que las usa. Según el portavoz del Colegio Oficial de Podólogos de Madrid (COPOMA), Miguel Cánovas, el objetivo del calzado debería ser el de proteger y dar estabilidad al pie, y las chancletas no cumplen esa función.
Altera la forma de caminar
Según Cánovas, el uso de las chancletas puede alterar la forma de caminar, pues las personas suelen arrugar los dedos para mantener el calzado en su lugar, mientras que el talón queda completamente levantado y sin apoyo.
Como señala un estudio realizado en 2008 por la Universidad Auburn, en Estados Unidos, cuando empleamos flip flops, nuestros pasos son más cortos lo que provoca que nuestros talones choquen con el suelo de forma irregular, alterando el ritmo natural de nuestro caminar.
Esto ocurre porque la mayoría de las personas suelen tensar los dedos del pie para conservar mejor la sujeción de la sandalia y la presión de los dedos aumenta estrés a la zona del tobillo y a todo el pie en general.
Fascitis plantar
El uso frecuente de las chancletas se relaciona con la fascitis plantar, una inflamación del tejido conectivo del pie.
De acuerdo con la web de salud Live Science, el uso de chancletas extiende la fascia plantar produciendo inflamación, dolor, protuberancias y cansancio, principalmente en personas con sobrepeso.
Sus principales síntomas son el dolor y la rigidez en la parte interior del talón, también puede doler o arder la planta del pie, cuando se dan los primeros pasos en la mañana o al subir escaleras.
La fascitis plantar aguda puede necesitar de inyecciones de esteroides, cirugía o de terapia de ondas de choque, que es un procedimiento quirúrgico no invasivo que emplea ondas de sonido para estimular la sanación de algunos trastornos físicos.
Otros
Como explica Miguel Cánovas otros problemas asociados incluyen dedos y uñas rotas, cortes y gérmenes. También, otra consecuencia potencial de las chancletas, fundamentalmente en verano, es el daño solar. En ese sentido, se aconseja que cualquiera que use ese tipo de calzado se coloque un filtro solar en los pies para reducir el riesgo de cáncer de piel. Cánovas recomienda usarlas sólo en las playas o antes de entrar al cuarto de baño, y evitar su uso prolongado.
