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martes, 21 de noviembre de 2017

Los haitianos, el nuevo blanco para la política migratoria de Trump

Por Nilyam

La comunidad haitiana residente en Estados Unidos ahora es el centro de los ataques de la política migratoria de mano dura que lleva adelante el gobierno del presidente Donald Trump. Resulta que este lunes la actual Administración de la Casa Blanca hizo pública su decisión de retirar la protección migratoria de la que se benefician alrededor de 59.000 haitianos. A mediano plazo, esta decisión abre una puerta a la deportación de estas personas procedentes del país más pobre de América Latina.

El Estatus de Protección Temporal (TPS en sus siglas inglesas) es un programa que surgió en Estados Unidos en el año 1990 con el objetivo de otorgar visados extraordinarios a ciudadanos afectados por guerras o desastres naturales ocurridos en sus países de origen. Gracias al TPS, miles de haitianos encontraron refugio en territorio estadounidense tras el devastador sismo que castigó en 2010 a esta nación caribeña. Sin embargo, a este Estatus de Protección Temporal, el gobierno de Trump le quita cada vez más poder de acción, pues hace dos semanas Washington informaba que el TPS ya no era efectivo para unos 5.300 inmigrantes nicaragüenses, que ahora disponen hasta enero de 2019 para salir de Estados Unidos o conseguir otro permiso de residencia.

Ahora es la comunidad haitiana el centro de los tiros de la política que en materia migratoria está implementando la Casa Blanca. Los miles de haitianos amparados bajo el TPS, igualmente tienen 18 meses, hasta julio de 2019, para regresar a Haití o lograr una alternativa que les permita vivir legalmente en Estados Unidos. Si en esa fecha no lo han logrado, serán considerados inmigrantes indocumentados y las autoridades estarán en la facultad de deportados a su país de origen. La organización progresista Center for American Progress calificó de "descorazonadora y poco sabia" la medida gubernamental e hizo referencia a la situación que vive hoy esa nación, tras el impacto de los huracanes Irma y María, que azotaron con fuerza el territorio que Haití comparte con República Dominicana.

Haciendo caso omiso a las presiones del gobierno haitiano, que hacen alusión a la constante inestabilidad que en todos los sectores vive ese país, Washington sustenta su decisión en el hecho de que, según afirma a la agencia Reuters un alto cargo de la Casa Blanca, “las condiciones extraordinarias pero temporales que sirvieron como base para la designación de Haití han mejorado suficientemente de tal manera que ya no previenen que los nacionales de Haití puedan volver de forma segura”.

Con este anuncio, la política de deportación de inmigrantes en Estados Unidos cobra mayor fuerza y se vuelve más dura, siendo una bandera del gobierno de Trump que cada vez ondea más alto. Otras comunidades latinas, como la mexicana, la hondureña, la salvadoreña, también los dreamers, también han sido blanco de la política migratoria del mandatario republicano. Cabe preguntarse a qué otra comunidad latinoamericana, residente en territorio estadounidense, dirigirán sus ataques.