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sábado, 18 de noviembre de 2017

Los modales en la mesa, una historia con muchos años

Por EvelynR

Con más o con menos etiqueta, en dependencia del lugar en el que nos encontremos y con las personas que estemos, la realidad es que los modales en la mesa son aspectos que nos inculcan desde pequeños como leyes indiscutibles que vamos asumiendo paulatinamente en la medida que crecemos y vamos interactuando. Cosas como no hablar con la boca llena de comida, no apoyar los codos en la mesa y hasta la forma de usar los cubiertos son elementos a tener en cuenta. Sin embargo, ¿alguna vez nos preguntamos de dónde surgieron estas estipulaciones universales? La introducción de buenas costumbres en la mesa comenzó por las clases altas, fundamentalmente los reyes, y luego la nobleza, convirtiéndose en una forma más de diferenciarse de la plebe.

En primer lugar, la introducción de los modales en la mesa tiene, en gran medida, un origen español. La introducción de buenas costumbres en la mesa comenzó por las clases altas, fundamentalmente los reyes, y luego la nobleza, convirtiéndose en una forma más de diferenciarse de la plebe. En ese sentido, uno de los primeros textos en los que se reflejan prácticas a seguir son las Partidas del rey Alfonso X referidas a las “cosas que deben acostumbrar los hijos de los reyes para ser apuestos y limpios”.

Entre estas recomendaciones de mediados del siglo XIII para los príncipes de Castilla, estaban la de no tomar la comida con todos los cinco dedos de la mano, limpiar las manos en las toallas y no a otra cosa como los vestidos, cosas que no hacían aquellos que, como calificaba, no sabían de “limpieza ni de apostura”.

Muchos de los modales que aún tenemos vienen de entonces, como las normas de comer moderadamente y esperar a masticar el bocado antes de tomar otro, no cantar ni hablar con la boca llena o acercarse demasiado a la escudilla, puesto era compartida.

Algunas de estas reglas de educación respondían también a las condiciones de la época, por ejemplo, cuando se pedía no escupir en la copa era a causa de la escasez de recipientes que obligaba a compartirlos, o lo de no rascarse en la mesa que respondía a la poco higiénica costumbre de no bañarse comúnmente.

Poco a poco, en la medida que la sociedad fue evolucionando también las normas se fueron haciendo complejas, y se fueron transformando para seguir respondiendo a la idea de separar a reyes de nobles, a grandes aristócratas de los menores y a religiosos de los laicos. Se empezaron a utilizar platos, vasos, cubiertos y servilletas individuales, cada uno con usos y modos específicos.

En el Siglo XVI, en España y Francia, sentarse a la mesa empezó a convertirse en un arte refinado. Con el reinado de Isabel la Católica, hombres y mujeres comenzaron a comer en la misma mesa, y se empezó la costumbre de lavarse las manos en palanganas y luego rezar una oración. Desde entonces comenzó un gran interés por la etiqueta, con libros como El cortesano del diplomático Baltasar Castiglione (1528) y De la urbanidad en las maneras de los niños (De civilitatemorumpuerilium)(1530), de Erasmo de Rotterdam, en los cuales se dedican varios capítulos a los banquetes. Posteriormente, en 1582 se publica El Galateo español, el libro de etiqueta más popular de la Europa en aquella época.

Luego, en los siglos XVIII y XIX, los modales comenzaron a extenderse a la burguesía y clase media para distinguirse del vulgo y una profusión de manuales de cortesía y buenas maneras se volvieron éxitos editoriales. Ya para el inicio del siglo XIX incluso los libros de educación para niños contenían normas de urbanidad y cortesía

Ya para entonces se destinaba un uso específico de acuerdo a los alimentos para cada cubierto y vajilla. Además, las reglas se extendieron a la cortesía y las maneras de comportarse como un buen anfitrión e invitado. En La joven bien educada (1875) ya se prohíbe tocar los alimentos con los dedos e introducir el cubierto individual en otro plato que no fuera el propio. Las especificidades llegaron al grado de señalar cómo debían sentarse los comensales y dónde, la temperatura del comedor, cómo manejar los cubiertos, cómo comer determinados alimentos, usar la servilleta, beber y masticar.