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lunes, 20 de noviembre de 2017

Los números inflados de Venezuela

Por LauraB

De un lado el Parlamento - controlado por la oposición -, dice que en Venezuela la hiperinflación llegó para quedarse y ofrece una cifra altísima de 825 puntos porcentuales de inflación acumulada. Del otro lado, el gobierno -con mayoría en la Asamblea Nacional Constituyente- señala que es parte de la guerra económica para desestabilizar el proceso de cambios en el poder desde el año 1999. Los números del Parlamento estiman que la inflación acumulada hasta octubre de este año se ubicó en 825,7 por ciento. Como el Banco Central no hace públicos esos datos, los ofreció la Cámara. Igual, sin otras cifras no se puede comprobar si es cierto o no.

Según esa cifra se puede cerrar el año en curso en una hiperinflación de mil 400 puntos porcentuales. La oposición apunta con el dedo al gobierno del presidente Nicolás Maduro porque refiere que el Banco Central de Venezuela no ha publicado los datos referidos al comportamiento económico en el país desde hace más de un año.

Lo cierto es que Venezuela atraviesa una situación económica difícil al punto que se sentó a redefinir el pago de su deuda externa con países poderosos como China y Rusia.

La situación económica de Venezuela es consecuencia de lo que pasa en muchos países latinoamericanos y caribeños. Como es una nación dependiente de los ingresos generados solo por las materias primas, pues no le permite tener una economía diversificada. Esto se traduce en que si los precios del petróleo -por ejemplo- en el mercado mundial se comportan a la baja, el Estado que controla buena parte del sector económico no tiene plata para fomentar otras industrias. Así, y como en una especie de círculo vicioso, no puede pagarle a los productores privados para que estos importen la materia prima para poner los productos de primera necesidad en el mercado.

Obviamente, esto genera inflación. La moneda local venezolana, el bolívar, hace mucho tiempo que perdió su valor frente al dólar. Lo alarmante en este caso es que fue un proceso que ocurrió en cuestión de años y que sigue aumentando sin parar.

Mientras el gobierno no tenga manera de poner en el mercado los productos más demandados y logre diversificar su economía en otras industrias, los comerciantes privados seguirán jugando a las escondidas con la comida de la gente. La misma que al final culpa al gobierno, como si fuera un laberinto del cual no sabe cómo salir. Esto es vital en las economías como la venezolana.