Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 12 de noviembre de 2017

Niños y tablets, ¿una buena compañía?

Por Janet

A veces es inevitable dejarle el móvil al niño en un restaurante o sala de espera “para que se calle”. Pero muchos menores están delante de una pantalla cuatro veces más de lo recomendable. ¿Qué hacemos mal ?Según un estudio publicado por el Boston Collage en 2012, el 60% de los padres no supervisa el uso de la tecnología de sus hijos que, en el 75% de los casos, tienen acceso a ella a solas. Y el tiempo que pasan frente a los dispositivos entre ellos se incluye, siempre, la televisión es cada vez mayor. Según la Academia Americana de Pediatría, los niños de 0 a 2 años no deberían tener ningún contacto con dispositivos electrónicos, los de 3 a 5 no deberían tener acceso a ellos más de una hora al día y, los de 6 a 18, más de dos. Sin embargo, la mayoría de estudios apuntan que los niños y jóvenes los usan cuatro veces más del tiempo recomendado.

Muchas veces, la falta de tiempo de los padres -que están trabajando o pasando tiempo con otros hijos o simplemente se encuentran realizando las labores del hogar, que el cuidado de éstos dependa de terceras personas abuelos o cuidadoras o un sencillo desconocimiento por parte de la familia creer que todo lo que ponen en un canal infantil es adecuado, puede hacer que los niños estén haciendo un uso indebido de las nuevas tecnologías. A pesar que se conoce que existen aplicaciones online que son de uso exclusivo infantil, pero siempre es necesario echarles una mirada y verificar si ese contenido es adecuado para nuestros pequeños.

María José Acebes, neuropsicóloga y psicoterapeuta infanto-juvenil de la Clínica López Ibor, explica a que no podemos negar la evidencia: nuestros hijos han nacido en una época digital en la que las nuevas tecnologías y las pantallas están en todas partes”, lo que no es óbice, añade, “para que no sepamos manejar su uso dentro de su educación y desarrollo”. Pues a pesar que esta nueva era tecnológica llama la atención de todos e incluso me atreviera a decir que son los más pequeños de la casa los que más se acercan a ella, no se debe dejar a un lado el modo de entretenimiento tradicional.

El cerebro de un niño crece hasta la edad adulta por lo que una falta de estímulos puede devenir, según diversos estudios, en problemas cognitivos como dificultades de atención o en aumento de impulsividad y dificultad para autorregular su temperamento rabietas. En este sentido, para la correcta madurez cerebral de un niño, éste necesita desarrollar la creatividad y la imaginación y eso se consigue a través del juego libre y del propio aburrimiento. Aprender a desarrollar la capacidad de autocontrol a nivel social e intelectual es esencial, y hay que aprenderlo de niño, así como la capacidad de tolerar la frustración y el aburrimiento y el uso excesivo de estos dispositivos puede interferir en ese natural proceso de crecimiento.

Los expertos tienen claro que para hacer un correcto uso hay que asesorarse. Tenemos que entender cómo funcionan los dispositivos que usan nuestros hijos, a qué juegan, y qué están viendo. A veces la tentación de dejarles solos con el móvil para que nos dejen tranquilos, es inevitable, dice, pero ellos entienden perfectamente que haya unos límites en el uso de la tablet o la televisión, que no debe ver algo ‘porque sí’, sin que sepamos qué es y que no es algo a lo que tienen derecho. Somos nosotros quienes debemos controlar este uso, cuanto menos ellos usen estas tecnologías mejor. No podemos ponernos una venda, mirar para otro lado, ni pensar que éste no es nuestro entorno y nos ha pillado mayores porque es su día a día y de vital importancia. Su salud mental se encuentra en nuestras manos. Hagamos actividades con ellos para evitar que quieran estar tan pendientes a estos artefactos tecnológicos que imperan en esta nueva era.

No todo es malo. Tampoco los mensajes son solo negativos: Un correcto uso de las tecnologías puede ser muy positivo en el proceso de aprendizaje, maduración y motivación de los niños. Puede y debe fomentarse un manejo saludable, como tener normas claras de uso, supervisar el material al que tienen acceso, buscar juegos educativos que los hay, y muy buenos para trabajar con ellos un razonamiento posterior y conocer o aprender de sus intereses. Hacerlo de modo conjunto será la mejor alternativa. Lo que no puede haber, bajo ningún concepto es más tiempo online, que al juego libre, las relaciones sociales y el tiempo de estar con la familia. Es necesario ser ejemplo si nos ven todo el día pegados al móvil ellos querrán estarlo también.