No usarás el “David” de Miguel Ángel para fines comerciales
Cuando se está frente al “David” del artista renacentista Miguel Ángel, las emociones salen a flor de piel. Estamos sin duda ante una obra maestra de la cultura universal realizada entre 1501 y 1504: una escultura de mármol blanco de poco más de cinco metros de altura y 5572 kilogramos de masa, que representa al rey David bíblico en el momento previo a su enfrentamiento con Goliat. En aquella época se convirtió en símbolo de la República de Florencia frente a la hegemonía de los Médici y la amenaza de los estados adyacentes, especialmente los pontificios.
Todas estas razones hacen de esta escultura una de las más famosas e importantes del mundo. Y con total conciencia de lo que esto significa, el gobierno italiano, a través del Tribunal de Florencia, ha dictaminado una nueva legislación que prohíbe el empleo con objetivos comerciales del “David”. Para hacer tal cosa, primeramente hay que obtener una autorización que lo permita, que hasta el momento no queda claro cómo tenerla. Los medios de comunicación ya se han hecho eco de la noticia, que para muchos ha resultado sorpresiva y asombrosa, y para otros un cubo de agua fría, en tanto consideran que el “David” al formar parte de la cultura universal, en cierta medida también pertenece a todos los ciudadanos, italianos y de todo el mundo.
El “David” se encuentra expuesto hoy día en la Galería de la Academia de Florencia, institución que a partir de este momento será la responsable de otorgar los permisos a las empresas italianas o europeas que quieran reproducir esta imagen en sus productos, pagando antes las correspondientes tasas necesarias para obtener la autorización. En este sentido, la Abogacía del Estado ya se ha pronunciado contra una compañía que se dedicaba a vender entradas con fotografías del “David” impresas y a un precio aumentado para tener acceso a la galería que alberga a la escultura. Ya le han ordenado a esta empresa retirar las imágenes de esta obra maestra de sus productos y al mismo tiempo estará en la obligación de publicar la sentencia en su sitio web y en tres periódicos.
Dario Franceschini, el ministro de Cultura de Italia, celebró la puesta en marcha de dicha decisión legislativa, que a su juicio tiene como objetivo disminuir los numerosos “casos de reventa por internet y uso impropio de las imágenes del patrimonio cultural" sin previa autorización para ello. Desde el gobierno aseguran que esta ordenanza está dirigida a proteger “los derechos de los consumidores y de las obras custodiadas en los museos italianos". Sin embargo, la pregunta que se hacen muchos es si este gran símbolo de la cultura italiana seguirá en forma de recuerdos y souvenires, tan perseguidos por los turistas que visitan este país europeo y no quieren olvidar su visita.
