Otra muerte inesperada en la fiscalía
El fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, ha fallecido este lunes en Barcelona. Las causas de la muerte, por el momento, se desconocen. Su pérdida llega tan solo ocho días después de que el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, falleciese en un hospital de Buenos Aires (Argentina) a causa de una infección de riñón. La muerte de Romero de Tejada ha vuelto a sorprender a la fiscalía española y voces como la del ministro de Justicia, Rafael Catalá, ya han dado su pésame.
Son malos días, sin duda, para ser fiscal. La pérdida, hace algo más de una semana, de José Manuel Mazas, el fiscal general del Estado a los 66 años dejó a muchos estupefactos. Y ahora una nueva muerte llega a la fiscalía española. José María Romero de Tejada, el fiscal superior de Cataluña, ha muerto este mismo lunes. Por el momento, las causas del fallecimiento se desconocen, no como en el caso de Mazas a quien una infección de riñón le quitó la vida en una clínica de Buenos Aires (Argentina), donde se encontraba por cuestiones laborales. Aunque aún es pronto, las voces sobre el fallecimiento de Romero de Tejada ya han surgido y el ministro de Justicia, el popular Rafael Catalá, ha sido de los primeros en mostrar sus condolencias. El titular de Justicia ha elegido la red social Twitter para dar el pésame por la muerte del fiscal superior de Cataluña. “Mi afecto para su familia y sus compañeros. Una gran pérdida para la justicia y la fiscalía”, firmaba Catalá desde su perfil oficial en dicha red social.
En el verano del año 2013, Romero de Tejada fue nombrado en el cargo y, desde entonces, desarrolló su papel combinándolo con la docencia. El que hasta hoy era el fiscal superior de Cataluña también daba clase en la Universidad de Barcelona, donde cursó sus estudios. Fue el mismo fiscal general del Estado por aquel entonces, Eduardo Torres-Dulce, quien le otorgó el puesto tras la dimisión de su antecesor, Martin Rodríguez Sol.
Romero de Tejada tuvo un papel importante a lo largo del desafío secesionista catalán. Fue él quien ordenó al entonces jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, que impidiese la celebración del referéndum del pasado 1 de octubre y que mandase a sus efectivos a vigilar los colegios electorales donde se pensaba celebrar la consulta, previamente suspendida por el Tribunal Constitucional.
