Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 4 de noviembre de 2017

¿Podemos elegir qué soñamos?

Por LisyFa

¿Se imaginan si pudiéramos escoger qué soñar mientras dormirnos? Un equipo de investigadores de la Universidad australiana de Adelaida asegura haber descubierto que las personas que siguen una combinación de técnicas muy concreta tienen más posibilidades de experimentar sueños lúcidos. Se trata de experiencias en las cuales los durmientes son conscientes de que están soñado.

De hecho, hay individuos que aseguran ser capaces de controlar hasta cierto punto los acontecimientos que se suceden en la ensoñación; esto es, logran modificar el escenario a voluntad, introducir nuevos elementos y personajes, cambiar de apariencia. Los psicólogos se refieren a estas personas como Onironautas.

De acuerdo con la revista Muy Interesante, ya en 1913 el psiquiatra holandés Frederik van Eeden definió este tipo de sueños, en su obra A Study of Dreams. Luego, Aristóteles, en el siglo IV a. C., y el médico Galeno de Pérgamo, en el II, especularon sobre la naturaleza de este fenómeno, que además se cultiva en algunas escuelas de yoga. Pero no es algo que suceda frecuentemente, y, por otro lado, algunos expertos relacionan los sueños lúcidos con las alucinaciones hipnagógicas que a veces se dan en el momento de tránsito entre la vigilia y el sueño.

En los últimos 30 años, distintos investigadores han impulsado el estudio de este tipo de ensueños, sus posibles aplicaciones y la forma de inducirlos. Entre ellos, quizás el más conocido es Stephen LaBerge, un psicofisiólogo de la Universidad de Stanford que fundó en 1987 el Instituto de la lucidez. Sin embargo, el psicólogo Denholm Aspy, líder del estudio más reciente, y sus colaboradores, señalan que las iniciativas que se han puesto en marcha hasta ahora no han dado resultados satisfactorios. Así, han presentado un sistema que, en su opinión, favorece el desarrollo de estos sueños.

En un estudio publicado en la revista Dreaming, analizan la eficacia de tres técnicas: la prueba de realidad –en la que se coteja el entorno varias veces al día para comprobar si se está soñando o no–; despertarse y volver a dormir –en esencia, esta consiste en levantarse tras cinco horas de descanso, permanecer despierto durante un corto periodo de tiempo y volver a dormir, lo que favorece entrar en el estado REM, en el que se dan las ensoñaciones; y la denominada inducción nemónica de sueños lúcidos (MILD, en sus siglas en inglés). Al igual que la anterior, el sujeto se despierta luego de haber pasado cinco horas de sueño, pero antes de volver a dormirse, se repite algún lema que le convenza de que va a experimentar un sueño lúcido, como por ejemplo: “la próxima vez que sueñe, recordaré que estoy soñado”.

El equipo de Aspy examinó las reacciones de 47 individuos que combinaron las tres aproximaciones para intentar experimentarlos y observaron que en apenas una semana lo conseguían un 17% de las veces. El resultado fue mucho más alto que en el caso de aquellos que no habían practicado estas técnicas. En el caso de los que lograron conciliar el sueño en los siguientes cinco minutos después de haber seguido la citada estrategia MILD, la tasa de éxito alcanzó el 46%.

De acuerdo con Aspy, quienes utilizan con éxito la técnica MILD tienen menos falta de sueño al día siguiente, lo que indica que tener ensoñaciones lúcidas no afecta negativamente a la calidad del descanso. Este es un paso más hacia el logro de un sistema eficaz que permita inducir este tipo de experiencias y aprovecharlas para tratar distintos trastornos, como las pesadillas recurrentes.