Trump trata de seducir a Abe
El presidente Donald Trump afirmó este lunes que Japón podría protegerse de una Corea del Norte en poder de armas nucleares, al comprar miles de millones de dólares en equipo militar estadounidense, estableciendo así un vínculo explícito entre comercio y seguridad cuando comienza una compleja y políticamente cargada gira por Asia.
Más allá del lamentable ocurrido en Texas, los medios internacionales centran su atención en la gira que realiza el presidente Trump y en su encuentro con el primer ministro japonés Shinzo Abe. Con un saludo que ha sido calificado como, generoso y desafiante, Trump se encontró con quien puede considerarse como uno de sus mejores amigos en el club de líderes mundiales. No obstante, siempre tuvo tiempo para criticar duramente lo que describió como desequilibrios comerciales crónicos con Japón. Y reconoció implícitamente su decepción porque el Sr. Abe no derribó misiles que Corea del Norte recientemente disparó sobre Japón. "Los disparará desde el cielo cuando complete la compra de muchos equipos militares adicionales de los Estados Unidos", dijo Trump, de pie junto al Sr. Abe en el Palacio Akasaka en Tokio.
"El primer ministro de Japón va a comprar grandes cantidades de equipamiento militar, como debería". "Son muchos puestos de trabajo para nosotros y mucha seguridad para Japón", agregó el presidente, en franco plan de convencimiento. El Sr. Trump se mantuvo al margen de las declaraciones incendiarias que sobre Corea del Norte y su líder, Kim Jong-un, ha utilizado en el pasado. Pero defendió su uso de ese lenguaje de confrontación, sugiriendo que la renuencia de sus predecesores a hacer tales declaraciones había envalentonado al Sr. Kim. "Algunas personas dijeron que mi retórica es muy fuerte, pero miren lo que sucedió con la débil retórica de los últimos 25 años.”
Los comentarios del Sr. Trump llegaron en un día de gran pompa para la política, y son evidencia clara tanto del ajuste irregular del presidente a los rituales del arte de gobernar como de su determinación de seguir tocando los temas candentes que lo llevaron a la Casa Blanca. Antes del mediodía, el Emperador Akihito y la Emperatriz Michiko dieron la bienvenida al Sr. Trump y su esposa, Melania, en la residencia Imperial. Posteriormente, el presidente fue recibido formalmente por el Sr. Abe en una alfombra roja en el Palacio Akasaka, un edificio neobarroco que se asemeja al Palacio de Buckingham.
Los dos hombres inspeccionaron una guardia de honor, con sus rifles sujetos con bayonetas. Anteriormente, sin embargo, el Sr. Trump utilizó una reunión de desayuno de ejecutivos empresariales japoneses y estadounidenses para ofrecer una crítica mordaz sobre la relación comercial entre los dos países. Japón, dijo, no compró virtualmente ningún automóvil de los Estados Unidos mientras exportaba millones de vehículos al mercado estadounidense. "Trate de construir sus autos en los Estados", dijo Trump, sin tener en cuenta el hecho de que los fabricantes de automóviles japoneses han construido enormes plantas de ensamblaje en los Estados Unidos. "No es mucho pedir", continuó. Trump le dijo al Sr. Abe que los Estados Unidos estaban buscando un nuevo tipo de relación comercial. Aunque elogió la economía japonesa, el presidente agregó: "No sé si es tan bueno como el nuestro. Vamos a tratar de mantenerlo así, y serás segundo".
¿Habrá logrado Trump seducir a Abe?
