Trump y su entorno geopolítico más cercano
Desde que llegó a la presidencia de Estados Unidos el magnate republicano, Donald Trump, ha impuesto nuevos frentes en la relación de la nación norteña con su espacio geopolítico. La historia va mucho antes de asumir su mandato como el presidente número 45 de la Unión. El empresario de Nueva York ya planteaba lo que sería el eje de su gobierno: América (léase Estados Unidos de América), primero o para los americanos; algo así como un guiño a la Doctrina Monroe de 1823. Ello dibujó un escenario de retroceso lamentable en sus relaciones –muchas veces descuidadas- con los países de la región de América Latina y el Caribe.
Si el anterior presidente Barack Obama (2009-2017) impulsó una política de soft power con la región, ahora Trump se ha dedicado en cuerpo y alma a echar hacia atrás todos y cada unos de los progresos. Las prioridades internas de atender Estados Unidos no está mal, lo negativo de esto es descuidar a los países que conforman el espacio geopolítico natural.
Todavía hay gobiernos interesados en establecer una relación normal con Washington. Argentina encabeza la lista. El presidente Mauricio Macri fue recibido por Trump en la Casa Blanca. Colombia le sigue. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visitó la nación neogranadina y sostuvo varios encuentros con el presidente Juan Manuel Santos.
Una de las proyecciones de una agenda de gobierno basada en las políticas domésticas primero, es el proteccionismo comercial. El caso de México es uno de los más ilustrativos en este asunto. Las relaciones con la nación azteca se debilitaron no solo ante la descabellada idea de construir un muro fronterizo, sino también ante la iniciativa de quebrar la industria manufacturera. Este es un rubro importantísimo dentro de la economía mexicana.
Obama planteó también un acercamiento a la región. No solo impulsó un proceso de normalización de relaciones con Cuba, calificado de histórico tras más de medio siglo sin nexos; sino que brindó su apoyo público a procesos interesantes en la región como el de los diálogos de paz para Colombia.
Marcando la diferencia de forma abismal, Trump ha decidido congelar una vez más las relaciones con la isla caribeña. Igualmente, mantiene mano dura y sanciones económicas con Venezuela, sin mencionar el tema de México.Respecto a Caracas, la actual administración norteamericana sancionó a varias figuras políticas de ese país, presidente Nicolás Maduro incluido, y prohibió la entrada a Estados Unidos. Trump llegó a decir que no descartaba la opción militar para restaurar el orden en Venezuela.
