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domingo, 5 de noviembre de 2017

Una acuarela sobrevivió en la Antártica durante 118 años

Por Yamy

Una singular acuarela fue hallada recientemente en la Antártica como parte de la expedición que desde hace algún tiempo realizan especialistas del “Antarctic Heritage Trust” con el objetivo de recuperar objetos de las cabinas en donde aún se conserva el material de la expedición que en 1911 lideró el capitán Robert Scott al Polo Sur.

Hasta la fecha se han recuperado diversos objetos, sin embargo poco ha impresionado tanto al equipo investigador como una pequeña pintura hecha con acuarela. Se trata de un hermoso dibujo de un pájaro, pintado con pericia, y hallada durante el verano pasado en la que sin duda es la cabina más antigua de la Antártica. Lo singular es que llevaba 118 años perdida entre un montón de papeles cubiertos de toda clase de suciedad y de excrementos de pingüino, y se encuentra en excelente estado de conservación. La cabaña donde se encontró fue construida en 1899 para una expedición de exploradores Noruegos, y luego sería utilizada en 1911 por Scott en su fatal viaje al Polo Sur, del que nunca pudo regresar.

Desde que se iniciara el proyecto científico del “Antarctic Heritage Trust” se han recuperado muchos artículos y materiales, y entre ellos destacan las fotos de lo que fue el más triste de los viajes a esa zona desértica, que quedó perpetuado en el inconsciente colectivo cuando se supo que, pocos días después del explorador noruego, Amundsen, Scott y sus hombres habían llegado al Polo, pero no consiguieron volver y fracasaron en su viaje de regreso.

Se pudo saber que el pintor de la acuarela del pequeño pájaro fue uno de los integrantes del equipo de Scott, se trata del científico británico Edward Wilson, de quien se conserva alguna foto de entre los negativos que se pudieron recuperar hace poco más de un año.

Sobre la pintura se ha dicho que mantiene un asombroso estado de conservación, su aspecto es perfecto, y se debe a que estuvo todo ese tiempo protegida de la luz. Como se ha podido conocer, tanto Wilson como Scott y los otros tres integrantes de la expedición, murieron a pocos metros de lograr su objetivo. Poco después se hizo público que en su diario de campaña dejaron testimonio de la dureza climatológica a la que se enfrentaron y por lo cual tuvieron el impedimento de regresar con vida.

La especialista que halló la acuarela se llama Josefin Bergmark-Jimenez, y es conservadora del “Antarctic Heritage Trust”, de Nueva Zelanda. La experta contó sobre el hallazgo que fue totalmente casual: abrió una carpeta y encontré la pintura, a la que calificó como maravillosa. Josefin reveló que al verla se asustó y se sintió tan impresionada, que cerró de inmediato la carpeta, pero de un instante sacó la pintura y no podía dejar de mirarla por sus colores, por su intensidad, y por ser una obra tan bella. La especialista afirmó que en principio no podía creer lo que estaba viendo. En la actualidad la organización se encuentra restaurando las casetas que aún se conservan bien en el Mar de Ross.