Colchoneros duros como una roca
Mientras el Madrid celebra títulos por Abu Dabi y el Valencia dejan por fin puntos en el camino, el Atlético de Madrid sigue enfrascado en su carrera por La Liga, ahora mismo su torneo de redención tras ser eliminados en la Champions por dos escollos muy duros como la Roma y el Chelsea. Los colchoneros del Cholo Simeone, a la espera de atacar con hambre la Europa League, buscan la consolidación en el certamen doméstico en aras de asegurar una plaza en la máxima competición continental de la venidera temporada.
Los colchoneros han recuperado la confianza amparados en la solidez de su bloque, que permite muy pocas libertades a los rivales y mantiene a buen resguardo su meta, custodiada también por un guardián fiero como Oblak. La enésima prueba llegó en la fecha 16 de la lid española, en la cual doblegaron 1-0 al Alavés de Abelardo con un solitario gol tardío de Fernando Torres, quien catapultó a los rojiblancos directo al segundo lugar de la tabla. Simeone ha puesto al Wanda Metropolitano en franca persecución del Barcelona, quizás con un fútbol sin brillantez ni excesos de florituras, pero extremadamente sólido y práctico, dos valores que con frecuencia no reciben toda la magnitud que merecen.
Contra el Alavés, los chicos del Manzanares estuvieron muy espesos, sin presencia imponente en ataque ni fluidez en las ideas de creación, con un día particularmente oscuro para Gameiro, Griezmann, Thomas y Saúl. Estos detalles estacaron el juego en la medular, en la que Koke aportó más músculo que lucidez, mientras Gabi fungía de bombero. El capitán rojiblanco tuvo un despliegue magnífico en la recuperación y la presión en la salida del Alavés, once que, no obstante, logró mantener las acciones parejas. Simeone trató de darle la vuelta a la situación metiendo a un revulsivo como Correa desde el inicio del segundo tiempo, pero a la fórmula le faltaba un ingrediente: Fernando Torres.
El ariete se llevó el premio en un partido de sufrimiento para el Atlético. A la altura del minuto 73, Correa condujo la pelota por la derecha y abrió hasta Vrsaljko, quien tenía campo abierto por delante y tiempo para pensar en la jugada a realizar. El croata, ubicado en la posición de lateral derecho que no ocupa asiduamente, entendió que parar el balón solo daría más oportunidades de recuperarse a la última línea del Alavés, y metió un centro bajo de primera que se paseó por delante de los ojos de todos los defensores sin que ninguno pudiera despejar. Quien sí estuvo atento fue Torres, perfecto en la interpretación de la idea de Vrsaljko. A simple vista puede parecer un gol sencillo, con un pase desde la derecha y un remate de puro nueve, pero la precisión de Vrsaljko y la lectura de Torres le dan un valor añadido al tanto, que además tiene un sabor especial, porque gracias a los tres puntos dorados el Atleti se coloca en el segundo escalón de La Liga.
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