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miércoles, 6 de diciembre de 2017

¿Cómo avanza la investigación médica?

Por Miss GD

Aunque todos sabemos que la ciencia médica avanza día a día, realizando cada vez mayores descubrimientos para el bien mayor de la humanidad, lo cierto es que en realidad pocas veces nos preguntamos cómo se dan esos procesos. Por eso ahora Steve Gentleman ha realizado un curioso vídeo que se ha publicado en portal IFLScience donde explica detalladamente cuál es el proceso por el cual pasa un cerebro donado a la ciencia y cómo mediante su uso se llegan a importante conclusiones. Este reconocido profesor de neuropatología del Imperial College de Londres y director científico del Parkinson’s UK Brain Bank hizo el importante vídeo para ayudar a concienciar sobre lo importante que puede ser para la ciencia la donación de este órgano del cuerpo humano, ya que es muy poco conocido lo que ocurre cuando un cerebro cuando se dona para la experimentación.

 

Tras el fallecimiento del paciente, cuanto más rápido se produzca esta donación, mayor y más fuerte será su investigación, pues se necesita tener el cerebro en menos de 48 horas, porque el tejido comienza a perder calidad después de ese tiempo, indica Gentleman. Este reconocido profesor de neuropatología del Imperial College de Londres y director científico del Parkinson’s UK Brain Bank hizo el importante vídeo para ayudar a concienciar sobre lo importante que puede ser para la ciencia la donación de este órgano del cuerpo humano, ya que es muy poco conocido lo que ocurre cuando un cerebro cuando se dona para la experimentación.

El principal motivo por el cual las donaciones cerebrales son cruciales, es por la complicación a la hora de investigar sobre este órgano, pues este que se comenzó a desarrollar los conocimientos en este campo, por el años 1800, solo los experimentos con animales nos han ayudado a ampliar nuestros conocimientos sobre el complicado funcionamiento del cerebro.

Cuestiones sumamente importantes para el bienestar actual de la sociedad como el por qué algunas personas desarrollan Parkinson o por qué otros tienen Alzheimer, y pierden casi todos sus recuerdos, o quizás por qué la medicación funciona para algunos, pero no para otros, son algunas de las preguntas que hacen que los bancos de cerebros sean básicos para las investigaciones.

Aunque los cerebros no funcionan de igual manera en todos los seres humanos, el hecho es que hay puntos en común que los neuropatólogos pueden buscar y esa es la razón por la cual los bancos de cerebros a menudo aceptan cerebros sin ninguna patología, para catalogarlos como los conocidos cerebros de control. Una vez se dona un cerebro para experimentar, el tiempo es clave y cuando este llega al laboratorio, se divide por la mitad: una parte se congela y la otra se fija en una base de formalina para su diagnóstico.

Cuando el tejido ha sido reparado, durante cuatro o cinco semanas, se hace el diagnóstico de corte y entonces se buscan evidencias de cambios patológicos mientras se hace la disección, afirma Steve Gentleman y añade que se analizan aquellas áreas donde saben que pueden encontrar alguna patología; los técnicos incrustan pequeños trozos de tejido en parafina y luego cortan secciones muy, muy finas, de alrededor de unas 7 micras.

Para lograr contribuir a una mayor cantidad de estudios, cada cerebro se divide en alrededor de 250 muestras y puede ser aprovechado en incluso, 50 estudios, según el Parkinson’s UK Brain Bank; en ese centro, el tejido se administra a investigadores de todo el mundo que estudian diversos padecimientos como el Parkinson; debido a la naturaleza mutable de la investigación, es posible que el banco necesite recolectar también muestras de otros tejidos, como la piel o el intestino.

En ese caso, siempre se le pide permiso a un pariente cercano y la extracción del cerebro, el líquido cefalorraquídeo y la médula espinal se realiza de una manera que no afecte la apariencia del cuerpo. A partir de ello se elabora un informe, junto con un resumen de la historia clínica del paciente, que es realizado por uno de los neurólogos y que se le da, junto con el tejido, a los investigadores, por lo que saben exactamente con lo que están tratando.