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jueves, 7 de diciembre de 2017

El caso del vicepresidente ecuatoriano

Por Nursia

La audiencia en contra del vicepresidente sin funciones de Ecuador, Jorge Glas, y otros funcionarios supuestamente implicados en el caso de asociación ilícita con la empresa constructora Odebrecht, prosiguió su cuarta jornada. Ante la Corte Nacional ecuatoriana, Glas insistió en que no existen pruebas en su contra del presunto delito de asociación ilícita del que es acusado en un juicio sobre la trama de supuestos sobornos de la firma brasileña. Alegó que hasta ahora la ciudadanía no puede ver una prueba en su contra "porque no existe" y porque no ha cometido "delito alguno". En agosto, el presidente Lenín Moreno le retiró las funciones por diferencias políticas.

Antes de empezar esta jornada, habían comparecido en el caso 23 testigos, incluyendo peritos, de los 79 previstos, por lo que se espera que el juicio dure varios días más. El fiscal general de Ecuador, Carlos Baca Mancheno, tiene absoluta confianza en la solidez del caso luego de las jornadas de presentación de evidencias en contra de Glas, que se encuentra detenido en una cárcel de Quito. De acuerdo con César Montúfar, quien actúa como acusador particular en el caso, en esta etapa se han confirmado tres elementos básicos: que hubo asociación ilícita, que Glas tuvo relación directa con personeros de la constructora para delinquir y que Ricardo Rivera, el tío del acusado, actuó como intermediario del vicepresidente en su relación con la firma brasileña.

Sin embargo el abogado defensor Eduardo Franco Loor ha afirmado que las jornadas de presentación han sido positivas para su cliente, apuntando que por ahora no se demostró responsabilidad penal para el alto funcionario, y su nombre no figura en las pruebas presentadas. Aseguró que su cliente no conoce a la mayoría de las personas que se encuentran entre los procesados en el juicio y añadió que las acusaciones “tendrán que ser probadas dentro de las audiencias, y hasta ahora no han sido probadas de ninguna manera y no van a poder probarlas porque sencillamente las pruebas no existen”. Jorge Glas, en otro momento de la audiencia, reiteró que no ha habido un sólo correo electrónico que pruebe su relación con la trama Odebrecht. Además, defendió ante los medios que un informe policial presentado en el juicio omitió los testimonios de testigos que han sido llamados a comparecer y que, en su opinión, probarían su inocencia. Según él, esos relatos revelan con total claridad que jamás detentó algún favoritismo de Odebrecht.

Este lunes rindió testimonio Alexis Mera, ex Secretario Jurídico de la Presidencia del Ecuador, quien dijo que el vicemandatario comandó el regreso de Odebrecht al país, pero recalcó que el vicepresidente "trató muy mal" a la empresa brasileña antes de su expulsión del Ecuador. Mera confirmó que Jorge Glas realizaba las negociaciones geopolíticas de los contratos públicos cuando ocupó los cargos de ministro de Sectores Estratégicos y de vicepresidente de la República. También señaló que la presidencia de Rafael Correa confiaba en su palabra y que desconocía cómo se efectuaban las negociaciones de contratos.

El caso se desarrolla en un contexto convulso debido a que el ex mandatario, Rafael Correa, ha regresado al país para apoyar a Glas y para combatir al actual presidente, Lenín Moreno. El expresidente regresa de Bélgica, donde se encontraba desde julio pasado, para intervenir en una batalla política que ha dividido al gobierno, liderado por su propio partido Alianza País y por su sucesor y heredero político, Lenín Moreno. Correa ha defendido la inocencia de Glas, al considerar que hay "intereses políticos" en el proceso, pero no tiene planeado visitarlo en prisión, ya que se encuentra abocado a su recorrido por el país y la preparación de la Convención de Alianza País, partido que podría expulsar al actual mandatario de la formación.

El vicepresidente resultó electo en la segunda vuelta electoral de abril pasado. No obstante, le fueron retiradas sus funciones en agosto en medio de discrepancias con Lenín Moreno, quien lo acusó de deslealtad a su gobierno y encargó el puesto a una persona de su confianza. También llamó a una consulta popular sobre diversos temas, como derogar la figura de la reelección indefinida y eliminar las oportunidades de que Correa pueda retornar al poder, lo que le ha granjeado una enemistad insalvable con él y con los seguidores que aún tiene el exmandatario en la Alianza PAIS. Este fin de semana Correa describió al presidente Moreno como un mentiroso compulsivo, un traidor y un hombre sin convicciones.